El Instituto 25M, fundación vinculada a Podemos, cambiará próximamente de nombre y abre una nueva etapa que arranca mañana con el desarrollo de unas jornadas internacionales sobre ‘Soberanía tecnológica. Democracia, datos y gobernanza en la era digital’.
En esta misma dirección, también está planificando para el mes de enero un seminario internacional de formación de cuadros políticos y sociales, en colaboración con otros institutos de formación latinoamericanos y universidades iberoamericanas, con el objetivo de preparar a mil cuadros de América Latina, España, Portugal y Francia.
Además, fijan como temas de discusión a abordar las «nuevas formas de lo común», la «robotización de la economía y el «mundo del trabajo en la era digital», la «reinvención de los partidos como partidos-movimientos» que permita a Podemos recuperar apoyos militantes y electorales, la «teoría y la práctica» de los gobiernos de coalición, la construcción «federal y democrática» de España y los «valores republicanos y el horizonte de la República en España».
En un carta abierta suscrita por el director de este ‘think tank’ y cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, se incide como aspecto relevante el despliegue de un marco de pensamiento sobre la soberanía tecnológica, que es «donde España se juega la posibilidad de ser una democracia profunda e influyente». Para ello, el seminario contará con diferentes ponentes y se desarrollará grupos de trabajo sobre la materia.
«Este seminario internacional tiene un presupuesto ideológico claro: sin soberanía tecnológica no hay futuro independiente», ha desgranado para recalcar que la económica, la industria, el cuidado medioambiental, la capacidad científica, y todo lo vinculado al mundo del trabajo «no pueden entenderse al margen del desarrollo tecnológico».
También están convencidos de que la pandemia del Covid-19 ahonda tendencias que fondos de inversión y grandes empresas tecnológicas «intentarán aprovechar el shock para seguir aumentando ganancias, aún más aprovechando las lagunas en los mercados internacionales.
Por otro lado, quieren abrir debates sobre elementos «controvertidos» como la economía de plataformas, las «nuevas formas de rentismo» y las nuevas formas de negocio vinculadas a las nuevas tecnologías.