PSOE y Podemos preparan una campaña de reproches por la repetición electoral

  • Los socialistas aseguran que cuentan con el apoyo de ERC y PNV y que si se celebran comicios es por culpa de Unidas Podemos.
  • La estrategia para la campaña electoral tanto de Pablo Iglesias como de Pedro Sánchez será la misma: culparse de la repetición electoral.
  • Desde el PSOE aseguran que Sánchez pretende reforzar su mayoría y buscar apoyo en otras alternativas a Podemos.
  • Dentro de las sedes de todos las formaciones políticas dan por hecho que el próximo 10 de noviembre se celebrarán elecciones. Y en las sedes se respira ambiente de campaña. Tanto el PSOE como Unidas Podemos preparan ya su estrategia para los mítines que coparán la actualidad en octubre. Ambas formaciones centrarán su discurso en culpar al otro de que se haya convocado a los españoles con las urnas.

    Hasta el Rey ha iniciado los últimos pasos para que se celebren nuevos comicios. El monarca hará una última ronda de contactos con los líderes de los partidos con representación en el Congreso de los Diputados para los días 16 y 17 de septiembre.

    Desde el PSOE están convencidos de que toda la presión está sobre el líder de Unidas Podemos. Cuentan con el apoyo del Esquerra Republicana de Catalunya, con el del Partido Nacionalista Vasco y con la abstención de Coalición Canaria. Los únicos que evitan un gobierno progresista son los integrantes de la formación morada, según detallan a MONCLOA.COM fuentes del PSOE. Este es el argumento que quieren emplear desde Ferraz para responsabilizar a Iglesias de los nuevos comicios. Una postura que rechazan desde Unidas Podemos, quienes acusan a los socialistas de pretender que les den carta blanca para renovar el mandato.

    En el mismo momento en que empiece la campaña electoral, los mítines de Sánchez señalarán con el dedo a Iglesias como el culpable de las elecciones. El PSOE solo está dispuesto a llevar a cabo un Gobierno en solitario. «Los ministerios ya no están sobre la mesa. Esa oferta desapareció en el mismo momento que no apoyaron la primera investidura», aseguran desde Ferraz. Pero desde la formación morada siguen empeñados en entrar en el Gobierno. E incluso confían en que después de las elecciones de otoño, Sánchez se verá obligado a sentarse con ellos a negociar. Otra vez.

    El cruce de acusaciones es total. Tanto Unidas Podemos como el PSOE se acusan entre sí de ser los responsables de las nuevas elecciones. Pero lo cierto es que hasta el monarca ha dado los pasos para que el presidente del Gobierno en funciones vuelva a convocar a los españoles con las urnas. Sánchez no quiere a nadie del entorno de Iglesias en el Consejo de Ministros porque está convencido de que no mantendrá la lealtad institucional. Su plan de cara al 2020 es que, tras las numerosas repeticiones electorales, los españoles refuercen con su voto al bipartidismo. E incluso no se cierran la puerta a negociar con los partidos de derechas.

    En Unidas Podemos la batalla es otra. El partido se deshace e Iglesias trata de consolidarlo a toda costa. Cualquier elemento es suficiente para partir al partido en bloques. El qué postura debe adoptar la formación morada de cara a la segunda investidura ha dividido a Unidas Podemos de nuevo. Pero los de Iglesias son conscientes de que Sánchez pretende culparles de la repetición electoral. Y ellos pretenden hacer lo mismo: acusar al presidente del Gobierno de haber buscado las elecciones desde el fracaso de la primera investidura.

    Los de Iglesias aseguran que la única razón por la que quieren entrar en el Ejecutivo es para garantizar que Sánchez cumple las promesas. Algunos dentro del partido ven con buenos ojos firmar un pacto programático, pero gran parte de la formación morada se aferra a que Sánchez no cumplirá su palabra. Y en este sentido será su campaña electoral. Unidas Podemos acusará al líder del PSOE de querer ir a elecciones desde julio y de dejarse seducir por los cantos de sirena de las encuestas. Según aseguran desde la formación morada, el presidente se ha lanzado a las elecciones solo por ganar un puñado de diputados.

    Desde el PSOE quieren explorar nuevas opciones. Sánchez dejó ver su enfado con Albert Rivera, líder de Ciudadanos, el pasado miércoles en el Congreso cuando le llamó hipócrita y aseguró que «es un político ausente al que nadie quiere ya». El presidente apuesta porque las nuevas elecciones refuercen su presencia en el Congreso y porque los partidos de derechas se abran a pactar con él un Gobierno estable y moderado.

    Esta intención, corroborada por fuentes del PSOE, es la que Iglesias empleará en su campaña electoral. Quieren dejar claro que los socialistas no son realmente un partido de izquierdas y quieren erigir a Unidas Podemos como el único partido que realmente defiende cambios progresistas.

    La campaña de Podemos estará centrada en derogar la reforma laboral y en la transición ecológica. Desde la formación morada consideran que sus medidas estrella están relacionadas con estos temas. Por esta razón Iglesias se empeñó en estar al frente, o bien del Ministerio de Trabajo, o bien del de Transición Ecológica. Unidas Podemos hará bandera de aumentar el SMI a 1.200 euros brutos mensuales, de reducir la jornada a 34 horas semanales y de impulsar el cambio energético y convertir España en un país sustentado por energías renovables tan pronto como sea posible.