El juicio que se sigue en al Audiencia Nacional contra el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, la abogada Virginia López Negrete y a otras ocho personas contará esta semana con una de las testificales clave, la del que fuera abogado de la infanta Cristina en el ‘caso Nóos’, Miquel Roca. Servirá para arrojar luz sobre cuál fue el papel de los principales acusados y si realmente ofrecieron retirar la acusación a cambio de dinero.
Según una providencia de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal, Roca –quien también es uno de los padres de la Constitución Española– deberá declarar en calidad de testigo el viernes 18 de diciembre.
La vista oral se celebra, desde que arrancara en enero de este año, en la sede de San Fernando de Henares y se ha visto afectada en varias ocasiones por suspensiones temporales debido a las incidencias provocadas por positivos en Covid-19.
En esta causa, el Ministerio Fiscal solicita para Pineda 118 años y 5 meses de cárcel y para Bernad, 24 años y 10 meses al acusarles de delitos de organización criminal y extorsión, y en el caso del primero añade estafa y blanqueo de capitales y le pide una multa de 10 millones de euros.
Para la que fuera abogada de la acusación en el ‘caso Nóos’, Virginia López Negrete, el Ministerio Fiscal solicita 11 años y 11 meses de cárcel por organización criminal y extorsión. El fiscal, que además reclama la disolución de todas las sociedades vinculadas a Ausbanc y Manos Limpias, dirige su acusación contra ocho personas más, para los que solicita penas que oscilan entre los 16 y los 66 años y 10 meses de prisión.
Según el escrito de acusación del fiscal, la actividad de Ausbanc y Manos Limpias se ha podido concretar en la estrategia que usaron Pineda y Bernad para intentar negociar la retirada de la acusación contra la Infanta Cristina en el caso Nóos a cambio de un acuerdo que les beneficiara económicamente, presionando para ello al entorno de la defensa jurídica de la Infanta.
Según el Ministerio Público, de toda esta estrategia era conocedora la abogada López Negrete, quien «seguía las instrucciones que le daba Bernad y enviaba la información que obtenía del caso a Pineda» y a otra de las imputadas, Rosa Isabel Aparicio.
Pero Bernad, en su declaración ante el tribunal el 17 de julio aseguró que el abogado Miquel Roca le ofreció a través de un intermediario 3 millones de euros a cambio de que su sindicato retirara la acusación contra la infanta Cristina en la causa por la que fue condenado su marido Iñaki Urdangarin.
Bernad, en su comparecencia señaló además que el contacto con Roca se hizo a través de un amigo personal, Jaime Alonso, presidente del sindicato Fuerza Nacional del Trabajo, y que fue a través de él como le contactaron para que retirara la acusación.
Esta persona le indicó que el ofrecimiento venía de Roca y él le respondió que no se podía fiar de ese «pájaro» porque siempre andaba intrigando. Tras una primera reunión, mantuvieron hasta cuatro más en las que le comunicó que insistían porque era «una cuestión de Estado».
Ese mismo día, el secretario general de Manos Limpias también explicó que a preguntas de su letrado Miguel Bueno que también fue contactado previamente para conseguir su retirada como acusación en Nóos por gente de diversos ámbitos como el de la magistratura o el militar, pero citó sólo el nombre de Leandro de Borbón –ya fallecido–, quien le insistió varias veces para ver si podía hacer algo para que no se manchara la imagen de la Casa Real.
También recordó que tras una reunión infructuosa con Jaume Giró –directivo de La Caixa– en la que le llegó a ofrecer un crédito a un empresario amigo de Bernad a cambio de que retirara la acusación contra la infanta, el por entonces presidente de La Caixa Isidre Fainé se reunió con él en Barcelona, era 2015.
En esa reunión, a la que asiste también Giró, le traslada la preocupación que hay en Casa Real por la infanta –ésta trabajaba para la entidad–, que lo están pasando mal y le pide «a ver qué se puede hacer». «Le digo que a esas alturas del proceso es difícil, y me comenta que no quieren compensar con nada, ni con dinero y que solo apelan al sentido de responsabilidad«, recordó Bernad.
Tras esa reunión quedaron en articular bien el asunto porque si desistían de la imputación después de tanto, la opinión publica iba decir que bajo cuerda se habían «llevado pasta». Bernad recordó que Fainé le comentó que si prosperaba lo que habían hablado, el Rey le recibiría.
«Me dice Fainé que si prospera, el actual Rey me recibirá en Zarzuela para darme las gracias», ha apuntado, para luego explicar que a partir de ahí el tema de la desimputación de la infanta lo trató con un abogado del que fuera presidente de La Caixa.