La Audiencia Nacional tiene en la nevera desde junio el espionaje del BBVA

La textualidad de la respuesta de la Fiscalía no deja lugar a dudas: «El 25 de septiembre de 2018 tuvo entrada en esta fiscalía especial (Anticorrupción) oficio de fiscalía de Audiencia Nacional remitiendo escrito presentado por Luis Pineda Salido, investigado en las diligencias previa 132/2015 cuyo despacho compete a esta fiscalía especial, se acordó dar traslado a los fiscales que tienen encomendado el despacho de dicho procedimiento (diligencias previas 56/17) (Operación Tándem)».

 Y los fiscales que persiguen los delitos de Villarejo «informaron que tales hechos son los mismos por los que se incoaron las diligencias previas 53/18 por el juzgado central de instrucción 6 en virtud de auto de 28 de junio de 2018, a su vez directamente relacionadas con las referidas diligencias previas 56/17″, parecen referirse al 96/17, diligencias de Tándem.

Por tanto, la denuncia de Pineda contra Villarejo y BBVA, según los fiscales anticorrupción que investigan Tándem debía tener el siguiente destino: «Considerando lo informado y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 773 cesará el fiscal en sus diligencias tan pronto como tenga conocimiento de la existencia de un procedimiento judicial sobre los mismos hechos.
SE ACUERDA
Su remisión al juzgado central de instrucción 6 para su incorporación a las diligencias previas 53/18».

El propio Santiago Pedraz, instructor del caso Ausbanc, ha recomendado por escrito a Pineda que envíe su petición de que se investigue el espionaje del BBVA vía Villarejo a las diligencias 53/18 que instruye el juzgado número 6 dentro de Tándem. Lo llamativo es que está pieza que tanto recomienda la teniente fiscal de Anticorrupción, Belén Suárez, y el juez Pedraz para investigar el espionaje del BBVA no ha tenido ningún recorrido conocido. No consta oficialmente ningún interrogatorio, ni petición de pruebas por parte del juez que llevó el caso, Diego de Egea, antes de su volatilización en pos de un destino más tranquilo.

De este modo se conectarían presuntamente dos hechos en dicha pieza: por un lado, la actuación de Villarejo en el caso Ausbanc, donde afloraron servicios de investigación del comisario sobre el patrimonio de Ausbanc y de Pineda por encargo del BBVA a través de terceros (Attest).

Por otro lado, en el caso Tándem se han registrado facturas del BBVA en favor de empresas del comisario por valor de casi seis millones de euros. El origen de los trabajos de Villarejo para el BBVA puede situarse al menos en 2005, pero los pagos pervivieron hasta su ingreso en prisión.

El trasfondo de estos pagos los ha denunciado reiteradamente Pineda en diversos foros judiciales: «Este comisario amigo del juez Pedraz (instructor del caso Ausbanc) es contratado por el BBVA para que con sus métodos ilegales, per se, y el uso de sus capacidades, competencias e influencias investigue y destruya Ausbanc y para ello le facilita un inagotable talonario de cheques».

El escrito judicial presentado por Pineda no tiene desperdicio: «El comisario Villarejo es, además, compañero, amigo y contratado -y pagado por él hasta hace bien poco, jefe de seguridad del BBVA, Julio Corrochano. Este último fue comisario general de Policía Judicial y Jefe Superior en Madrid, donde nace la UDEF que es quien acepta una denuncia anónima, tan insulsa como inicua, amén de no permitida por nuestro ordenamiento jurídico contar Ausbanc y Luis Pineda.

El entorno de actuación profesional del comisario Villlarejo, y el de sus empresas, «señala su acusación, «es la información -está acreditado que en muchas ocasiones la obtenía de forma ilegal y criminal: interceptación de comunicaciones privadas, puesta a disposición de los investigados de mujeres que ejercían la prostitución para sus ilícitos fines, colocación de dispositivos de grabación para obtener para obtener lo que llama «verdades vaginales», pago a confidentes que desvelan secretos oficiales por razón de su cargo en la administración, sobornos, la transmisión de esa información a sus tentáculos en medios de comunicación y periodistas/voceros de sus infamantes conocimientos para que los aireasen y destruir sus reputaciones, y la presión ante organismos públicos para que iniciaran lo que a su interés -ilegítimo, ilegal y criminal- conviniere.

Pineda, en su escrito judicial, arremete contra los pagos del BBVA a Villarejo: «Que el pago al comisario Villarejo no obedece sólo a la emisión de un informe o varios es obvio, como lo demuestra que siguiera pagando durante la instrucción, e incluso cuando el comisario está en la cárcel, luego es evidente que se paga por influir y ejecutar un plan, antes, durante y tras la instrucción inicial. Sólo así se puede entender que durante el registro en las oficinas de Ausbanc, en la calle de Marqués de Urquijo, la policía de la UDEF coloque pruebas ilegales -un ordenador y aun constando en el acta de la letrada de la Administración de Justicia el juez instructor haga caso omiso a dicha acta y las declaraciones en tal sentido del investigado».

«Dos días antes de la detención del equipo directivo de Ausbanc y el posterior encarcelamiento sine die y la condena al ostracismo del abogado director principal del juicio oral que se iba a celebrar en Luxemburgo por la nulidad radical de la cláusula suelo, el diario EL PAIS da una de las claves principales de este procedimiento transcribo literalmente: «Ausbanc se presenta en su página web como una entidad privada constituida en 1986 bajo el eslogan «lucha por tu dinero». Lo cierto es que millones de españoles se han beneficiado de la labor de Ausbanc, ya que ha acabado parcialmente con las cláusulas suelo, el redondeo al alza de los créditos, el cobro por segundos -y no minutos- de las operadoras telefónicas».

«Acabó parcialmente, dice, con la cláusula suelo y está instrucción y el ingreso en prisión del abogado director del procedimiento en el Tribunal Europeo de Justicia con sede en Luxemburgo pretendía que así siguiera, parcialmente. Encarcelar a Luis Pineda Salido, abogado y presidente de Ausbanc era uno de los principales objetivos del aún encubierto BBVA para que la ilícita cláusula suelo siguiera siendo sólo parcialmente ilegal, le iban en ello más de mil millones de euros, por lo que pagar cinco millones a un comisario y a otros funcionarios públicos en su lógica criminal era más que rentable».

Pese a todo ello, en Europa venció la ley, la justicia y la verdad: el BBVA fue condenado gracias a Ausbanc», concluye Pineda en su escrito al que tuvo acceso MONCLOA.COM.