Pablo Iglesias sentía hasta no hace mucho una fascinación por el PNV digna de estudio. Y es que el vicepresidente segundo del Gobierno veía que un partido podía ser a la vez de derechas, antifascista, republicano, amigo del empresariado y respetado a pesar de no haber apoyado la Constitución.
Pero es evidente que a Unidas Podemos ahora parece sobrarle la formación jeltzale. Y es que Iglesias necesita hacerse ver necesario en el Gobierno y para ello ha tejido alianzas con formaciones de su línea ideológica como EH Bildu o ERC.
Iglesias quiere ejercer como vicepresidente del Gobierno hasta 2028 y a ello contribuirá que el electorado más pegado a la izquierda advierta que Pedro Sánchez ejecuta políticas progresistas por ‘orden’ de Unidas Podemos.
ENFADO DEL PNV
El PNV ha estado décadas sufriendo los ninguneos de la izquierda abertzale, que le afeaba que en Madrid se dedicase a sacar inversiones y competencias mientras en Euskadi se sufría un conflicto muy duro.
Cierto es que ahora Arnaldo Otegi está imitando al PNV con la intención de conseguir que EH Bildu alcance el poder en Euskadi en 2024. Y esta intentona inquieta a Andoni Ortuzar, que ha dejado claro que no está nada de acuerdo con Iglesias.
El presidente del PNV pidió a Sánchez que pegase un «golpe sobre la mesa en el Consejo de Ministros, así no se puede continuar, están distorsionando las reglas del juego y las relaciones con otros partidos, esto no es bueno para el gobierno de coalición, no se puede estar en misa y repicando»
«Yo creo que lo que han pretendido es arrumbar cualquier posibilidad de acuerdo del PSOE con Cs, no vaya a ser que les guste hablar y pactar, y Podemos se quede fuera en una próxima legislatura», añadía el dirigente vasco.
SOCIO ESTRATÉGICO
Ortuzar está intensificando protestas contra Iglesias, pero lo cierto es que el PSOE está tranquilo con el PNV porque tras las últimas elecciones Iñigo Urkullu gobierna ‘de prestado’ ya que los socialistas se negaron a tejer un tripartito con EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU.
El presidente del PNV asegura que «no consuela que te tilden de socio estratégico si luego no va acompañado de hechos. Estamos un poco mosqueados, el grado de cumplimiento de los acuerdos con el Gobierno deja mucho que desear».
Aunque el partido que más dardos recibe de Ortuzar es siempre EH Bildu: «Hay enmiendas que son nuestras, infraestructuras viarias, pasos a nivel, soterramientos, es más, son enmiendas de legislaturas anteriores, que ahora por arte de birlibirloque con el mismo enunciado, Bildu las ha convertido en suyas».
EH Bildu, según el PNV, «son los campeones del diálogo» en Madrid y Navarra (donde posibilitan gobiernos socialistas). Pero es evidente que la coalición abertzale apuesta por el frentismo en el Parlamento Vasco para desgracia de Urkullu, que sufre que la agenda se la marquen Otegi y los sindicatos LAB y ELA.
‘FRENTE POPULAR’
Pablo Iglesias apuesta por priorizar sus acuerdos con EH Bildu y ERC. Y es que es público y notorio que Unidas Podemos está más cómodo con ambas formaciones con raíz marxista que con partidos socialiberales como el PSOE y el PNV.
La formación morada quiere confeccionar una especie de ‘Frente Popular’ para que el PSOE no tenga tanta fuerza negociadora. También es evidente que Iglesias sueña con gobiernos autonómicos en Cataluña y Euskadi liderados por ERC y EH Bildu y completados por Podemos. Cierto es que para ambos proyectos hace falta que los socialistas estén por la labor…
Y Pedro Sánchez por ahora no quiere saber nada de gobernar con la izquierda abertzale. Prueba de ello es que Idoia Mendia ni siquiera exploró la confección de un tripartito y antepuso un pacto con el PNV que en este caso ha dado un puesto como vicelehendakari a la líder del PSE.