Cataluña es el punto débil de Ciudadanos y eso lo sabe bien Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno ha aprovechado la publicación de las 370 nuevas medidas para «un gobierno progresista» para lanzar un mensaje al electorado de Albert Rivera: el PSOE tampoco consentirá un referéndum de autodeterminación.
A la espera de alcanzar un acuerdo con Unidas Podemos, el presidente del Gobierno en funciones ya se prepara para la otra alternativa, ir a unas elecciones. Los últimos sondeos, publicados por El Español y EL MUNDO, reafirman el fortalecimiento del PSOE, quien podría sumar casi 20 escaños, en parte, a costa del electorado de Ciudadanos.
Expertos sociólogos afirman a este diario que en el hipotético caso de ir a unos nuevos comicios, el partido de Albert Rivera sería “el gran perdedor”, ya que perdería votos tanto a favor de los socialistas como de los populares. Por el lado contrario, el PSOE no le quitaría muchos votantes a Unidas Podemos, quien solo perdería dos parlamentarios. Con estos datos, la izquierda acabaría sumando mayoría.
EL “NO” AL REFERÉNDUM CATALÁN
“No tiene cabida un referéndum de autodeterminación que el Tribunal Constitucional ha considerado contrario a la Constitución y que, desde una perspectiva política, provoca la quiebra de la sociedad.” De una forma contundente Sánchez ha despejado cualquier duda que pudiera generar este tema a sus votantes.
Enmarcado en el apartado dedicado a la estructura territorial, el PSOE insiste en que la manera de solucionar “el conflicto de convivencia en Cataluña” es “impulsando el diálogo entre catalanes y también entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña, siempre dentro de la Constitución.”
Con estas premisas, se aleja de Unidas Podemos, que siempre han defendido la opción de hacer ese referéndum, aunque aseguran que votarían “no”. De hecho, Sánchez ha situado a Cataluña como un punto de desencuentro en las negociaciones entre ambas formaciones.
El PSOE siempre se había negado a permitir un referéndum de autodeterminación, aunque no lo había reafirmado por escrito en lo últimos textos de carácter más electoral. El simbolismo de hacerlo en este momento, por un lado, refuerza su alejamiento de Unidas Podemos en temas claves, mientras que, por otro, tiene un carácter más electoralista, intentando acercarse a los votantes de Ciudadanos.
IDEAS CONTRAPUESTAS EN EL TEMA CATALÁN
Los últimos sondeos no dejan bien parado a Rivera y eso lo sabe el PSOE. El giro hacia la derecha que ha tomado Ciudadanos no ha sido bien acogido por una buena parte de su electorado, situado en un terreno más centrista. Es por ello, que el objetivo de los socialistas es captar a ese perfil que se encuentra más desubicado con el nuevo rumbo de Cs.
Y el tema catalán es uno de los puntos estrella que ha consolidado a Ciudadanos. Las elecciones en Cataluña ya demostraron que una buena parte del electorado estaba de acuerdo con las políticas de la formación naranja, sobre todo, en lo referente al independentismo.
El partido de Albert Rivera posiciona el conflicto en la comunidad como el primero de sus compromisos con España. Entre otras medidas, pide no indultar a los “golpistas”, acabar con los “privilegios a los nacionalistas” o “acabar con el adoctrinamiento en las escuelas”. El líder de Ciudadanos tampoco ha dudado en pedir la aplicación otra vez del 155, la última vez el pasado mayo.
Un punto en el discrepa con los socialistas. Sánchez afirmaba, en uno de sus actos de campaña el pasado abril, que la solución sería aplicar más autogobierno. Ni un 155 permanente, ni un referéndum. Una premisa, recogida en su programa, que ha sido la que el partido ha defendido en los últimos tiempos.
OTRAS MEDIDAS DEL PROGRAMA
Además del tema independentista, entre las 370 medidas Sánchez se habla de realizar una reforma de la financiación autonómica, en la que “las distintas administraciones cuenten con una adecuada financiación, actúen con transparencia, colaboren entre ellas y actúen con lealtad institucional”, todo ello con el objetivo de avanzar hacia “un modelo de Estado integrador.”
Las medidas también tienen un fuerte carácter social. Algunas de las más destacadas son la universalización de la educación de 0 a 3 años, aumento del gasto en sanidad pública, incrementar el gasto en educación y becas o “frenar las subidas abusivas de los alquileres”, estableciendo un “índice estatal de referencia de rentas”.
En lo relacionado a los impuestos, la “tasa Tobin”, que pretende gravar con un 0,2% las transacciones financieras, y la “tasa Google” aparecen en el documento. También incluye reformar el Impuestos sobre Sociedades, asegurando una tributación mínima del 15% de las grandes corporaciones, que se extendería hasta el 18% para la banca y empresas de hidrocarburos. Además, contempla la implantación de un tributo sobre el CO2 a nivel europeo o actualizar las pensiones de acuerdo a la evolución del IPC real.
