La Asociación de Fiscales (AF), mayoritaria en la Carrera, se ha mostrado este jueves «sorprendida» por la noticia que aparece en algunos medios de comunicación según la cual la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, ha designado ya al fiscal de Sala Juan Ignacio Campos como teniente fiscal del Tribunal Supremo en sustitución de Luis Navajas, quien se jubila en los próximos días.
La convocatoria de esta plaza se encuentra abierta y los aspirantes al cargo pueden presentar sus currículo para justificar mérito y capacidad hasta este viernes a las 00.00 horas, según fuentes fiscales.
Esta circunstancia es señalada por la propia Asociación de Fiscales en una nota dada a conocer este jueves, en la que añaden que, «aún cuando se desconoce si habrá o no más peticionarios, pende en todo caso la celebración del Consejo Fiscal, órgano de representación democrática de los fiscales, y pese a que su opinión carece de carácter vinculante, merece ser respetado y tenido en consideración».
De hecho, la propuesta de designación que la fiscal general realice al Consejo de Ministros, será hecha pública tras oír a este órgano consultivo, que no tiene aún ni fecha de celebración para tratar este asunto.
Pese a ello, las informaciones apuntadas por la asociación de fiscales, de corte conservador, señalan que Delgado ya habría realizado su propuesta al propio Campos, que es el fiscal que dirige los equipos que están estudiando las tres investigaciones que afectan al rey emérito Juan Carlos I, y añaden que éste ya la habría aceptado el puesto.
Campos, fiscal jefe de Sala de asuntos económicos, pasaría así a ocupar el número dos de la Fiscalía en sustitución de Navajas, que se jubila en este cargo. Se trata de un puesto clave, pues el teniente fiscal del Supremo coordina la labor del Ministerio Público en las cinco salas del alto tribunal y es el sustituto del fiscal general en caso de viaje, enfermedad etc, a nivel institucional.
Navajas concluye su mandato y su larga carrera cuestionado por sus últimas intervenciones públicas, después de que el pasado mes de septiembre sorprendiera a propios y ajenos revelando en diversos medios de comunicación que no convocó la Junta de Fiscales de Sala para fijar una respuesta a las más de 20 querellas presentadas contra el Gobierno por la gestión de la pandemia porque habría tenido que excluir de ese encuentro a algunos fiscales «contaminados políticamente», entre los que mencionó expresamente a la ex fiscal general del Estado Consuelo Madrigal.
También tuvo palabras gruesas para el ya exfiscal del ‘caso Villarejo’ Ignacio Stampa, por su presunta relación con una letrada de Podemos, si bien unas semanas después le pidió perdón públicamente y por escrito.