El PP se ha mantenido en silencio las últimas semanas. Mientras el líder de Unidas Podemos y el presidente del Gobierno en funciones han mantenido unas arduas e infructíferas negociaciones, los populares se han mantenido al margen. Los de Pablo Casado han obtenido el peor resultado de su historia. Pero una vez tocado fondo, solo queda subir. Los pronósticos electorales para el PP son positivos, según aseguran los expertos. Por eso, muchos dentro del partido apuestan por las elecciones. Pero no todos. Los más cautos apuestan porque Sánchez ponga a caminar su Gobierno de coalición. Y, tras un año de desgaste, ir a las urnas.
Los españoles culparían al PSOE, a Ciudadanos y a Podemos en caso de que se celebraran nuevos comicios el próximo otoño. Por ese mismo orden. Esto deja al margen tanto a Vox como al PP, los dos partidos de derechas de los que nadie espera un apoyo a la investidura de Sánchez. Sin embargo, desde el PP las expectativas son elevadas. Consideran que muchos de sus votantes (que emigraron a Ciudadanos y a la formación de extrema derecha) regresarán a su caladero de voto habitual. Y si a esto se le suma la abstención que traerían unas nuevas elecciones (y que afectaría casi exclusivamente a la izquierda), las posibilidades de remontada del PP son altas.
Aún así, no todos esperan ansiosos que fracasen las negociaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Hay un importante sector dentro del partido que prefiere que la coalición entre Podemos y el PSOE empiece a andar con el apoyo de los independentistas y fracase. Por eso, algunas voces dentro del Partido Popular prefieren que las elecciones se celebren en 2020 o incluso en 2021. Después de que el conglomerado de formaciones que darían forma al nuevo Ejecutivo fracasara y elevara aún más la abstención del voto de izquierda.
La clave para los populares reside en esa abstención, por un lado, y en recuperar a los votantes desencantados, por otro. Que los votantes de izquierda se queden en casa no depende de ellos. Pero sí recuperar a sus antiguos votantes que emigraron a Vox o a Ciudadanos. Los de Albert Rivera están en horas bajas. Sus torpes intentos por intentar ocupar el espacio electoral del PP no parecen haber salido del todo bien. Los expertos sociólogos aseguran que los españoles culparían a la formación naranja de que se celebraran nuevas elecciones. Y los sondeos aseguran que Rivera se llevaría una decepción con los próximos resultados electorales.
El caso de Vox es similar. Muchos de los votantes del PP que consideraron al partido de ultraderecha un referente han visto como su voto no ha servido de nada. Como, por ejemplo, aquellos que optaron por Vox en las elecciones municipales y han visto como el partido de Santiago Abascal ni siquiera obtuvo representación. Por esta razón, son muchos dentro del PP los que creen que recuperaran antiguos votantes en unas nuevas elecciones. Ya se celebren el 10 de noviembre o más adelante.
Los expertos sociólogos consultados por MONCLOA.COM aseguran que el PP es el partido que mejor lo tiene de cara a unos nuevos comicios. Los partidos mayoritarios mejorarán sus resultados. Pero, para gobernar, el PSOE se vería obligado a apoyarse en unas formaciones que habrían perdido un puñado diputados en el Congreso. El pronóstico para el bloque de derechas es más esperanzador. Pablo Casado mejoraría sus resultados. Y aunque Vox y Ciudadanos perdieran, podrían entrar en un Gobierno presidido por el PP.
Desde el PP aseguran que ya han perdido el miedo a Vox. Al menos a los daños electorales que les puedan hacer. Los pronósticos para el partido liderado por Abascal no son positivos. Muchos de sus votantes volverán al PP ante el miedo de que Sánchez pueda gobernar con los independentistas. Los históricos del bipartidismo rentabilizarían de nuevo el voto útil y conseguirían consolidarse como los partidos mayoritarios, a mucha distancia de los terceros.
El PP, sin embargo, no es tan optimista (o pesimista) en lo que se refiere a Unidas Podemos. Los expertos auguran que la conformación liderada por Pablo Iglesias perdería aún más votos y, por tanto, diputados en unos nuevos comicios. Muchos se irían al PSOE y otros directamente se abstendrían. Pero los populares consideran que la formación morada ya ha perdido todos los votantes que podía perder. Que su peso dentro del Parlamento sería el mismo. O, al menos muy similar.
Así pues, para asegurarse, los populares insisten: quieren elecciones pronto, pero muchos prefieren que antes Sánchez renueve su cargo junto a los independentistas para desgastarle. Saben que si la política continúa siendo de bloques, el resultado estará reñido. Y si el PSOE refuerza sus resultados y Unidas Podemos no pierde más, la pelota queda sobre el tejado de los independentistas.