La operación ‘Castrum’, que el pasado 19 de noviembre desplegó a 300 agentes de la Guardia Civil en la provincia de Granada para desmantelar una organización que cultivaba, traficaba y transportaba a Europa grandes cantidades de marihuana, se ha saldado con la detención de 30 personas, la incautación de más de 13.000 plantas de marihuana, armas, vehículos de lujos y dinero; además de bienes inmuebles valorados en 1.463.000 euros y cuentas bancarias.
La operación se inició cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que en un camping ubicado en Cañete la Real (Málaga) se estaba cultivando marihuana a gran escala, con un sistema intensivo de producción, y que detrás de estos cultivos estaría una organización albanesa-española.
Por este motivo, los agentes realizaron entradas y registros en el camping donde se intervinieron numerosas plantas cuya producción tenía destino Europa, pero sobre todo Holanda.
Continuando con las investigaciones, los agentes localizaron otro punto ubicado en Moraleda de Zafayona (Granada) que era utilizado por la organización para la producción intensiva de la droga con abundante, caro y sofisticado material. A cargo de esta plantación tenían una persona encerrada sin salir y a la que llevaban la comida. Por este motivo se procedió a la detención de dos personas.
VENDÍAN ESQUEJES A OTRAS BANDAS
Posteriormente, los agentes pudieron constatar que la organización disponía de un complejo, potente y con un diversificado sistema que, a través de su estructura de empresas ‘Growshop’ (establecimientos legales de venta de productos para el cultivo de marihuana), le permitía subcontratar la infraestructura logística instalada a otros integrantes de los escalones más bajos.
De esta manera la organización sacaba beneficios de toda la operativa ya que germinaban semillas de la planta de cannabis para su venta, instalaban equipos mediante leasing y cuando germinaba la producción se llevaban parte de los beneficios. Además, tenían cultivos indoor propios, donde dejaban a personas sin recursos a cargo de las plantaciones. Finalmente, la producción iba a parar a otros países de Europa, principalmente Holanda.
Una vez conocido el funcionamiento de la organización y de sus miembros, se procedió a la entrada y registros en 28 viviendas y locales ubicados en el área metropolitana de Granada, entre estos se hallaban dos ‘Growshop’. Para estos registros se contó con la colaboración de operarios de Endesa para documentar y realizar informes sobre la defraudación eléctrica.
En los registros practicados se intervinieron 1.5 kilogramos de marihuana envasada, 9.494 plantas, alrededor de 19.210 semillas germinadas y sin germinar, 64.000 euros, siete vehículos, siete armas de fuego, abundante material para las plantaciones indoor, joyas, documentación y se detuvo a 28 personas.
La organización disponía de una vivienda en Alfacar (Granada) que hacía la veces de laboratorio, donde disponían de las semillas de cannabis de las diferentes variedades (con diferente efectos psicoactivos y psicotrópicos) que una vez aplicadas procesos naturales de germinación, crecían hasta conseguir un tamaño óptimo para su venta, acelerando así las producciones de interior.
Estas germinaciones en tanto a cantidad y variedad se hacían por encargo y estaban fechadas, numeradas y clasificadas por clientes. Este laboratorio llegaba a producir 4.000 plantas a la semana.
Por otro lado, se ha solicitado el cese de las actividades de las empresas Growshop, por ser instrumento del delito, así como la clausura judicial de sus establecimientos.