El presidente del PP, Pablo Casado, ha reivindicado este sábado en Valencia un «trilingüismo cordial» y que «la lengua no sea un obstáculo» sino una «autopista de conocimiento, de unión, de cultura». «Pedimos un trilingüismo de calidad y libertad para elegir y nada de trampas de ‘si quiere usted inglés, lo escolariza en valenciano’. «Eso es hacer ingeniería social con nuestros niños y no se puede permitir», ha criticado.
En estos términos se ha pronunciado Pablo Casado durante un encuentro con el sector educativo en Valencia, junto a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig.
Durante su intervención, Casado ha reivindicado una «España plural, diversa pero unida, que tiene autonomías» que están «muy orgullosas» de su «riqueza cultural, patrimonial y lingüística, «pero que no se han contrapuesto a una nación cinco veces centenaria sino que se han hecho parte imprescindible».
Por eso, los que hemos nacido en Palencia estamos orgullosos de disfrutar de la cultura de Valencia», ha remarcado, al tiempo que ha señalado que «los que tienen la suerte de tener una lengua cooficial no pueden renunciar a lo que nos une a todos, sobre todo a una nación tan importante que ha protagonizado una de las gestas más importantes de la humanidad como fue nuestro vínculo americano.
En esta línea, ha subrayado que la Comunidad Valenciana «siempre ha sido una comunidad, un reino en su época, que miró hacia fuera, al Mediterráneo, a Europa, a ultramar.
«NO SOIS UN APÉNDICE»
Por ello, ha asegurado: «No vamos a permitir ni que se intente convertir en una apéndice de algo irreal e imposible como esos Països Catalans». «No sois un apéndice, tenéis una riqueza enorme como para que alguien os ponga de anexo, y por otra parte, no vamos a permitir una supuesta construcción nacional que empobrezca el desarrollo, aperturismo, el progreso para el futuro de nuestros hijos», ha añadido.
Casado ha puesto en valor los recursos ganados por el PPCV sobre el valenciano en la educación y «por la libertad» y ha señalado que, en el modelo educativo del PP, se incide en que «la lengua no sea un obstáculo» sino una «autopista de conocimiento, de unión, de cultura».
Pablo Casado ha puesto el foco en que «el español es el idioma más hablado del mundo solo por detrás del chino» y la segunda lengua más estudiada por detrás del inglés. «¿Cómo se puede entender que en España el español no sea lengua vehicular? ¿Cómo se puede entender que en las comunidades autónomas con lenguas cooficiales no convivan el valencià con el castellano?», se ha preguntado.
Así, el dirigente ‘popular’ ha defendido un «trilingüismo cordial». «¿O es que vamos a pelearnos los valencianos con los de Albacete por ver si una comunidad tiene una lengua u otra? ¿O los de la Vega Baja vamos a estar discutiendo porque hablan todos castellano y vamos a estar en tensión con las escuelas de Castellón?», se ha preguntado, al tiempo que ha manifestado que «se puede convivir».
«Lo que tenemos que hacer es no competir entre Valencia, Albacete y Vigo» sino «competir con Canadá o Australia», ha defendido, antes de remarcar que los «niños viven en un mundo globalizado».
«Por eso lo que pedimos es un trilingüismo de calidad y libertad para elegir y nada de trampas de ‘si quiere usted inglés, lo escolariza en valenciano». «Eso es hacer ingeniería social con nuestros niños y no se puede permitir», ha censurado.
PACTO EDUCATIVO EN LA COMUNIDAD
Por su parte, Isabel Bonig ha afirmado que coge el reto «de un pacto educativo como el que Pablo Casado ha ofrecido a Pedro Sánchez» y lo planteará en la Comunidad». «Lo que no vamos a estar es parados. Si Puig quiere nuestra ayuda el PPCV estará, pero si no la quieren y apuestan por la imposición también nos van a encontrar, pero en los tribunales», ha señalado.
Bonig ha recalcado que el PPCV presentó a Puig un Proyecto de Ley de Educación que «tenía el consenso de la comunidad educativa». «Se lo ofrecimos y nos dijo que no, pero vamos a seguir insistiendo», ha señalado.
«BANCO DE PRUEBAS DE LA IZQUIERDA»
Asimismo, ha indicado que en la Comunidad «se ha librado una batalla importante» porque ha sido «el banco de pruebas de la izquierda». «Aquí fue, durante la legislatura pasada de Puig, cuando se eliminó la demanda social», ha señalado.
Bonig ha indicado que desde la llegada del Botànic el PPCV, junto a padres y centros, «ha llevado una batalla por la libertad». «Hemos conseguido sentencias a favor de la libertad, hemos sido pioneros y hemos reiterado que ponemos nuestro equipo jurídico al servicio de los padres y de la comunidad educativa. Esta batalla la hemos ganado en los tribunales en defensa de la libertad y la calidad, donde todo el mundo esté representado», ha manifestado.
La presidenta del PPCV ha subrayado que los valencianos «demuestran su valencianía en castellano y en valenciano, porque tenemos zonas donde se habla castellano y otras valenciano, y nunca ha habido ningún problema». «Pero ahora, con la imposición que quiere el Botànic se ha planteado un problema que también quieren extender a la función pública», ha indicado.
Asimismo, ha criticado que haya sectores que quieran dar una visión elitista de la escuela concertada. «No es verdad, y hay que tener en cuenta también la labor que hacen, como hay que tener presente la gran labor de los centros de educación especial, de la educación de 0 a 3 años. La Ley Celáa no es educativa, es una ley política e ideológica», ha manifestado.
Por último, Bonig también ha recordado el papel de la inspección educativa. «Es esencial. Lo primero que hizo Puig fue desterrar a la intervención de la supervisión, y es clave un cuerpo de inspectores formado e independiente, porque son la mejor garantía», ha señalado.