viernes, 22 noviembre 2024

El guiño de María Chivite a Ferraz suaviza el cambio en Navarra

  • María Chivite ha nombrado al ribero Carlos Gimeno como consejero de Educación.
  • La nueva presidenta de Navarra quiere tomar distancia con EH Bildu en materia lingüística.
  • Navarra Suma no ha rebajado en los últimos días las críticas contra los socialistas.
  • Al fin parece haberse rebajado el ruido en la política navarra tras el nombramiento de la socialista María Chivite como presidenta. Esta cirbonera de 41 años lleva 16 abrevando del pesebre público y apenas ha cotizado un céntimo fuera de la vida pública.

    Pero la polarización de la política navarra, rota entre una derecha ruidosa y un nacionalismo escasamente plural, ha posibilitado que el PSN, lastrado durante décadas por corrupción e incumplimientos, vuelva a reinar en el Palacio de Navarra.

    Para ello Chivite ha tenido que cerrar un pacto con Geroa Bai, que no tardó demasiado tiempo en olvidarse de sus socios de EH Bildu, y dos formaciones en claro declive, Podemos e Izquierda-Ezkerra, en mínimos ante el crecimiento socialista.

    El PSN ha contado con tres ventajas para sortear las terribles presiones que le invitaban dejar gobernar a Navarra Suma: la aparente fortaleza estatal del PSOE, la presencia con mando de Santos Cerdán en Ferraz y la complicidad entre Pedro Sánchez y el PNV, matriz de Geroa Bai.

    La nueva presidenta ha confeccionado su Ejecutivo con un claro guiño a Ferraz y ha escogido como consejero de Educación a Carlos Gimeno, psicólogo que demostró como concejal del Ayuntamiento de Tudela la escasa simpatía que tiene hacia el nacionalismo vasco. La política lingüística seguirá zonificada en Navarra pese a los deseos de EH Bildu.

    CHIVITE DEJA ATRÁS UNA ARDUA NEGOCIACIÓN

    María Chivite ha explicado cómo logró convencer al PSOE de que su Gobierno era factible: «Siempre fuimos dando pequeños pasos, poco a poco, primero dentro del partido y luego con los socios. En el PSOE hubo que hacer una labor de convencimiento, ganándonos la confianza con una labor digamos de proselitismo».

    Chivite
    María Chivite, nueva presidenta de Navarra.

    Cierto que pese a todo el ruido externo alentado por ciertos medios de comunicación, que también provocó algún malentendido subsanado rápido. Ante la tergiversación constante de la derecha intoxicadora fueron claves las explicaciones de primera mano, mías y también del secretario de Organización del PSN (Ramón Alzórriz). Sobre cuándo me sentí presidenta, sólo al serlo de forma efectiva», añadió.

    Santos Cerdán ha sido clave, según Chivite, en que el nuevo Ejecutivo salga adelante: «Santos ha jugado un papel básico en esa labor pedagógica dentro de la ejecutiva federal, clarificando que no ha habido pacto con Bildu y que el PSN se había ganado en las urnas intentar aprovechar su oportunidad frente a una derecha liderada por UPN que se presentó a las generales para desalojar a Sánchez, como lo demostraron en Colón».

    Y también los jeltzales han aportado su granito de arena: «El PNV ha sido también un actor, no sé calibrar exactamente su peso porque han sido muchos los elementos en juego para darle seguridad a la dirección del PSOE, el definitivo un acuerdo programático que incorpora la lealtad constitucional y sin estridencias ni ventas de nada ni nadie».

    María Chivite ha hablado con dureza del pasado socialista en Navarra: «Es un partido que estaba hecho unos zorros y que quería abrir otra vía para no seguir siendo el monaguillo de la derecha navarra. Todas las decisiones de las dos últimas ejecutivas del PSN han sido compartidas con las agrupaciones y con posicionamientos reflexivos. Este es el camino conjunto que hemos emprendido entre todas y todos, aunque lo encabece yo».

    La nueva presidenta no tiene buena opinión de los acuerdos de los socialistas con UPN: «Las cohabitaciones con UPN han dado al PSN pésimos resultados, hasta el punto de que en 2011 cogobernamos con Barcina dándole la presidencia, a los dos meses UPN retomó su pacto con el PP y al año expulsó a nuestros consejeros».

    Según Chivite, «aquello fue un punto de inflexión radical, ahora abrimos un tiempo de entendimiento con el nacionalismo moderado que espero, deseo y creo, por los pasos que vamos dando en menos de tres meses de trabajo, que va a dar frutos muy positivos».

    NAVARRA SUMA ARREMETE CONTRA CHIVITE

    Ana Beltrán, flamante nueva vicepresidenta de Organización del PP, ha señalado que «los nacionalistas vascos en Navarra, después de gobernar cuatro años, ya estaban noqueados tras el resultado electoral, porque la coalición Navarra Suma obtuvo el 40% del voto de los navarros, que significa que los navarros habían decidido mayoritariamente sacar al nacionalismo vasco de las instituciones».

    Según la todavía líder del PP navarro, «María Chivite y Pedro Sánchez les han dado oxígeno para seguir gobernando, y ahí entra claramente Bildu, porque el intermediario en estas negociaciones para conformar el Gobierno, el que le ha puesto voz a Bildu, ha sido Geroa Bai, que tiene como uno de sus objetivos y como razón de ser la anexión de Navarra al País Vasco. También nos lo ha contado Arnaldo Otegi, diciendo que ellos van a ser socios preferentes en ese Gobierno para introducir las propuestas que ellos decidan».

    La diputada estatal sostiene que «en España hay circunstancias excepcionales: tenemos la espada de Damocles del independentismo catalán, el interés anexionista de Navarra al País Vasco, esos nacionalismos que no creen en el Estado de derecho y no lo respetan. Eso son circunstancias excepcionales que hacen necesario que el centro-derecha se una».