Representantes de AMPAS de colegios concertados de Salamanca han colocado pupitres vacíos en la Plaza del Oeste para mostrar su disconformidad con la nueva normativa educativa aprobada por el Gobierno.
A las 13.00 horas, los asistentes han colocado las mesas, que permanecerán durante los próximos días, hasta el 2 de diciembre, junto a carteles y lazos en contra de una ley que «deja en la calle» a los centros concertados, según ha explicado la presidenta del AMPA del Colegio Santísima Trinidad, Encarna Martín.
La representante de las familias de este centro escolar, próximo a donde se han ubicado los pupitres, ha incidido en que las decisiones tomadas «favorecen» a la enseñanza pública y «perjudican» a la concertada cuando, según sus palabras, el debate social no ha de ser aquel que «enfrente» a los dos modelos.
Asimismo, ha defendido «la libre elección de centros», una postura que ha compartido posteriormente también el presidente del AMPA del Colegio Maristas, Carlos García, quien ha criticado la conocido como ‘Ley Celaá’ porque «atenta en contra de la educación concertada».
García ha insistido en que la medida va «en contra de la libre elección de centro, haciendo preponderancia hacia la educación pública» y ha mostrado también su disconformidad con que «quiten la posibilidad de ayudar en los gastos de mantenimiento y funcionamiento a través de las cuotas voluntarias».
Asimismo, la presidenta del AMPA del Colegio El Camino, de educación especial, Patricia Gálvez, ha hecho su análisis de cómo la norma afecta al funcionamiento de centros como los de ASPACE, asociación a la que pertenece El Camino.
Sobre ello, ha dicho que estos centros «son igual de inclusivos» que el resto y que la educación «es un todo» donde este tipo de formación ayuda en la atención que los alumnos de ellos precisan. «No podemos dejar atrás ningún modelo porque todos son importantes», ha añadido.