En 2019 se diagnosticaron más de 136.000 personas con VIH en Europea, de las cuales aproximadamente el 20 por ciento fueron diagnosticadas en la Unión Europea y el 80 por ciento en la parte oriental de la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según los datos publicados este jueves por el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) y OMS Europa.
El informe advierte de que el número de personas que tiene VIH sin diagnosticar está aumentando en el ‘viejo continente’, si se incluye también la parte oriental. De hecho, el número de nuevos diagnósticos de VIH notificados y el número estimado de nuevas infecciones por el VIH en toda la Región Europea de la OMS muestran que en la última década se han infectado más personas con el VIH de las que se han diagnosticado, lo que indica que el número de personas que viven con el VIH sin diagnosticar está aumentando en la Región. En la Unión Europea, en contraste, se ha observado la tendencia opuesta: el número de personas que viven con el VIH sin diagnosticar ha ido disminuyendo.
El número de personas diagnosticadas con sida, la etapa final de una infección de VIH no tratada, ha disminuido en más de la mitad en el último decenio y la meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible de poner fin a la epidemia de sida para 2030 resulta «factible», apuntan los expertos del ECDC y la OMS.
Además, uno de cada dos diagnósticos de VIH (53%) se produce en una etapa tardía de la infección, cuando el sistema inmunológico ya ha empezado a fallar. «Esto es una señal de que las estrategias de pruebas no están funcionando adecuadamente para diagnosticar el VIH a tiempo», reconoce el documento.
En la Unión Europea, el 74 por ciento de los 2.772 diagnósticos de sida en 2019 se hicieron muy poco después del diagnóstico inicial de VIH, en un plazo de tres meses. «Esto muestra un problema significativo con el diagnóstico tardío de la infección por VIH. El diagnóstico tardío contribuye a la transmisión continua del VIH ya que, a menudo durante años, las personas no saben que tienen el VIH y no reciben tratamiento», argumentan.
Aunque la tendencia en toda la región se ha estabilizado en los últimos años, el número de personas a las que se les ha diagnosticado el VIH ha aumentado en un 19 por ciento desde 2010. Por el contrario, la proporción de nuevos diagnósticos en los países de la UE ha disminuido en un 9 por ciento durante el mismo período.
CUIDADO CON EL VIH
«A pesar de la atención que se presta ahora mismo a COVID-19, no debemos perder de vista otras cuestiones de salud pública como el VIH. El diagnóstico temprano del VIH es una prioridad urgente. No podemos alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible si se tarda un promedio de tres años en que las personas se enteren de que son seropositivas después de la infección con el virus. Tres años en los que no disponen de un tratamiento que les salve la vida y durante los cuales pueden transmitir el VIH sin saberlo. Si queremos reducir la elevada proporción de personas diagnosticadas tardíamente, es esencial diversificar nuestras estrategias de pruebas de VIH como se indica en la guía de pruebas del ECDC, por ejemplo», ha comentado el el director del ECDC, Andrea Ammon.
Los datos de vigilancia del VIH/sida para 2019 muestran que la proporción de los que son diagnosticados tarde aumenta con la edad. En toda la región, el 67 por ciento de las personas de 50 años o más fueron diagnosticadas tarde en el curso de su infección por el VIH. En 2019, uno de cada cinco nuevos diagnósticos de VIH fue en una persona mayor de 50 años.
Las razones de esto aún no se comprenden del todo. Según el informe, puede ser que los propios adultos mayores, o los sanitarios que los cuidan, subestimen el riesgo de infección, ya que «los adultos mayores pueden estar más afectados por el estigma asociado a la enfermedad y sentirse menos cómodos pidiendo que se les haga la prueba».
«Recuerdo cuando un diagnóstico de VIH parecía una sentencia de muerte. Ahora, con el tratamiento adecuado, las personas con VIH pueden vivir sin miedo al sida. Estos datos son de 2019, y la pregunta en 2020 tiene que ser qué efecto habrá tenido la pandemia en las pruebas a finales de 2021. Por ahora, nuestro mensaje tiene que ser proteger el progreso de la última década, continuando dando prioridad a las pruebas de VIH y a la obtención de tratamiento para aquellos que lo necesitan. No podemos permitir que la pandemia nos robe un futuro libre de sida que está a nuestro alcance», ha señalado el director degional de OMS Europa, Hans Kluge.