Hoy ha sido un días histórico, por triste, pero no inesperado, en el mundo del fútbol: ha muerto Maradona con tan solo 60 años. El mundo entero ha abierto la sobremesa con la temida noticia: el astro del fútbol argentino se apagó. Su corazón dijo basta. Las muestras de condolencia y homenajes se han sucedido en todos los ámbitos. Esa fue la genialidad de Diego Armando Maradona. Los políticos españoles no han querido dejar pasar el momento y se han esmerado en mostrar originalidad en sus ‘despedidas’ virtuales en redes sociales: desde el mensaje institucionalizado de Pedro Sánchez al musical de Iglesias. Sin embargo, el que más polémica ha suscitado ha sido el de Izquierda Unida, a quien acusan de arrimar el ascua a su sardina política al deslizar a Fidel Castro en su homenaje tuitero.
«Hasta siempre, comandantes. Siempre Maradona. Siempre Fidel», reza el mensaje de la formación liderada por Alberto Garzón.
Las críticas, como no podían ser menos, no han tardado en llegar, recordando el pasado de ambos personajes.
Ante el cariz de las críticas, Izquierda Unida ha incluido una matización sobre los aspectos más oscuros del astro argentino:
EL ORIGEN (INCOMPRENDIDO) DE LA PUBLICACIÓN DE IZQUIERDA UNIDA CON MARADONA Y FIDEL
A pesar de que todas las críticas del homenaje a Diego Armando Maradona y a Fidel Castro, existe un doble motivo para dicha imagen que pocos han recordado: Ambos fueron amigos -se acusó durante mucho tiempo al régimen castrista de tapar los escándalos sexuales de Maradona-, y ambos fallecieron un 25 de noviembre. En el caso del dictador cubano, hace ya cuatro años. «Después de las muertes de «Tota» (su madre) y mi viejo, es el dolor más grande que tengo, de verdad. El número uno de los revolucionarios fue el Che, con Fidel a la cabeza. Yo vengo en el pelotón de atrás», sostuvo el ídolo trasandino cuando conoció la noticia del fallecimiento de Castro.
La estrella argentina nunca eludió su ‘activismo político’: «Soy de izquierda, todo de izquierda, de pies, de fe, de cabeza. Pero no en el sentido que ustedes le dan en Europa al término político. Soy de izquierda en el sentido de que soy para el progreso de mi país, para mejorar el tenor de la vida de la gente pobre, para que todos tengamos paz y libertad», dijo Maradona en 1986. Además de confraternizar con Fidel Castro, apoyó abiertamente los populismos de izquierdas de Latinoamérica. «Creo en Hugo Chávez. Soy chavista. Todo lo que hagan él y Fidel, para mí es lo mejor», dijo en 2004 junto al propio Chávez en su protesta en Argentina contra la visita de George W. Bush.
CRÓNICA DE UNA MUERTE (ANUNCIADA)
Los últimos años de la vida de Maradona fueron un auténtico ir y venir entre recaídas, broncas y acusaciones de paternidad, de abuso de menores, de mil y un delitos. Incluso de intentar abusar de periodistas adultas. Todo ello resultado de una vida llena de excesos, que, como él mismo explicó, comenzó con tan solo 24 años, cuando aún estaba en la cima de su carrera como futbolista.
Cinco hijos con cuatro mujeres diferentes -y se habla incluso de otros tres más que reclaman su paternidad-, perseguido por el fisco italiano, con problemas con el alcohol y las drogas… el cóctel explosivo que le condujeron a la depresión y la obesidad. Las consecuencias de todo ello fueron numerosos problemas cardíacos que han dado como resultado que hoy su corazón no pudiera más y dejara al fútbol argentino un poco más huérfanos.
Curiosamente, Maradona siempre achacó su perdición a su etapa en el Barcelona, donde habría entrado en contacto por primera vez con sus adicciones. Sin embargo, su etapa más oscura la vivió en el Nápoles.
