El vicepresidente de la Generalitat y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, ha defendido este miércoles que han alcanzado el pacto con el Gobierno sobre los Presupuestos Generales del Estado (PGE) «por responsabilidad» ante la crisis provocada por la pandemia.
Lo ha dicho en rueda de prensa telemática junto al portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, después de que la Ejecutiva del partido haya ratificado el acuerdo, que prevé una inversión en Cataluña superior a 2.300 millones de euros, la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) por parte de la Generalitat, que el Govern participe en la gestión de los fondos europeos y el levantamiento del control financiero sobre el Ejecutivo catalán, entre otras cuestiones.
Aragonès ha afirmado que es un «acuerdo exigente» para lograr el máximo de recursos para hacer frente a la situación provocada por el coronavirus.
«No es ningún cheque en blanco», y ha asegurado que su obligación es hacer los pactos y las negociaciones necesarias para ayudar a mejorar la vida de la ciudadanía ante esta situación.
El vicepresidente ha reiterado que el único presupuesto justo que puede tener Cataluña es el de un Estado independiente, pero que ahora mismo la realidad no es esta, sino que es una crisis sanitaria, económica y social: «En el independentismo no renunciaremos nunca a hacernos cargo de esta realidad. La independencia la queremos para solucionar el día a día de la gente».
Pese a que el acuerdo no contempla ningún avance de la mesa de diálogo sobre el conflicto catalán, ha subrayado que hay que «seguir creando las condiciones» para favorecer la negociación entre la Generalitat y el Gobierno central.
En este sentido, ha alertado de que el pacto de los PGE provocará la reacción de algunos «sectores del Estado», que cree que buscarán desestabilizar el acuerdo, pero ha recalcado que no lo harán.
«Somos muy conscientes de que cada vez que ERC hace un paso para condicionar el Gobierno del Estado hay sectores del Estado que actúan a la contra. Lo vimos muy claro en la investidura. Somos conscientes de que habrá sectores del Estado que reaccionarán ante esta situación e intentarán desestabilizarnos. No nos desestablizarán», ha aseverado.
GABRIEL RUFIÁN
También ha intervenido Rufián, que ha argumentado que, según él, con este acuerdo de las cuentas ha cambiado la tendencia de los últimos 40 años de que el Gobierno buscaba la estabilidad con los nacionalistas vascos y catalanes de derechas: «Estamos ante un cambio de este paradigma».
Para él, con los resultados de las últimas elecciones «el Estado se ve obligado a pactar con el independentismo y el republicanismo vasco y catalán», en referencia a ERC y Bildu.
Rufián ha destacado que este acuerdo no hace que ERC sea «menos republicana, menos independentista y menos de izquierdas», sino que la hace más útil ante un contexto complicado como la pandemia.
Considera que, pese a no renunciar a la independencia, es necesario gobernar el «mientras tanto» para ayudar a la ciudadanía, y ha negado que esta apuesta de ERC sea la misma que utilizaba CiU y el exdirigente de esta formación Josep Antoni Duran i Lleida.
«No me consta que Duran i Lleida fuera republicano, nosotros sí. No me consta que fuera independentista, nosotros sí. No me consta que fuera de izquierdas, nosotros sí. Y principalmente nosotros no hemos negociado esto en una ‘suit’ en el Palace ni en el Majestic ni estamos invistiendo a Aznar», y ha añadido que no cree que Duran i Lleida acordara gestionar el Ingreso Mínimo Vital.