El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, termina un trimestre en el que se ha volcado en los viajes al extranjero. Desde que fuese investido, ha pisado más de quince países diferentes, lo que le ha valido las críticas de la oposición.
Desde que se estrenó en el cargo, Sánchez se ha convertido en uno de los presidentes más viajeros de la historia. Francia, Bélgica, Alemania, Portugal, Chile, Bolivia, Canadá y Cuba, son algunos de los destinos a los que viajó el presidente. Con un total de 60.000 kilómetros, Sánchez asistió a los actos que corresponden al ministro de exteriores, Josep Borrell.
Sin duda, uno de los viajes que no dejó indiferente a nadie fue el de Cuba, en el que un presidente de España pisaba la isla tras 32 años sin visitas oficiales. Esta decisión diplomática, que partió de Sánchez, tuvo el objetivo de aliviar las tensiones de España con Cuba y facilitar el posterior viaje de los Reyes.
Borrell apoyó hace unas semanas las constantes visitas de Sánchez al extranjero y agregó que el viaje a Cuba del presidente fue “un punto importante” en las relaciones de España con la isla. Además, el ministro ironizó con la visita por no haber ocurrido antes en la democracia: “si nos descuidamos, no vamos desde Colón”.
EN VALLADOLID SÁNCHEZ UTILIZÓ EL FALCON
El pasado 21 de noviembre, Sánchez presidió en Valladolid la cumbre hispano-lusa junto a Antonio Costa primer ministro portugués. Por recomendación de los servicios de seguridad, el Ejecutivo llegó a movilizar al avión Falcon, un helicóptero y un Airbus. El gran despliegue de medios para una corta visita a la ciudad pucelana suscitó numerosas críticas por parte del Partido Popular (PP).
Desde la Moncloa se justificó este amplio dispositivo de transporte a raíz de una decisión de los servicios de seguridad de Sánchez, que son los que organizan los desplazamientos. Además, el Departamento de Seguridad indicó que todos los viajes del Ejecutivo se tendrían que realizar por medios oficiales y con avión a ser posible.
El portavoz de la Ejecutiva de los socialistas, Óscar Puente, subrayó que para el viaje del presidente al Valladolid fue necesario un despliegue aéreo por “cuestiones de horarios y agenda”.
«Pedro Sánchez tendrá que explicar en el Congreso su ‘visita oficiaL’ a Castellón con el avión presidencial»
Sobre el coste de los viajes, el Gobierno afirmó que estos datos eran de carácter “clasificado” al ser aeronaves militares. Tampoco se dio ningún dato sobre los desplazamientos de esa jornada en los coches oficiales por “razones estrictas de seguridad”.
No es la primera vez que al Gobierno se le pide explicaciones sobre los gastos de los viajes oficiales. En verano, el diputado popular, Rafael Hernando, exigió al presidente explicaciones por usar el avión presidencial para ver el concierto de The Killers.
“Pedro Sánchez tendrá que explicar en el Congreso su ‘visita oficial’ a Castellón con el avión presidencial para ver a The killers. Desde los tiempos de Alfonso Guerra y el Mystere no se veía tan derroche en las arcas públicas”, escribió Hernando en su Twitter.
EL PRESIDENTE, EN POLONIA DURANTE EL 2-D
La crítica persiguió a Sánchez por el último viaje a Katowice (Polonia) donde acudió a la Cumbre del Clima Cop24. Desde la ciudad polaca, el presidente siguió las elecciones andaluzas del 2-D, en las que los socialistas sufrieron un batacazo en su comunidad por excelencia.
Por su parte, Sánchez se limitó a publicar un tuit en el que defendió a su partido tras los resultados: “Mi gobierno seguirá impulsando un proyecto regenerador y europeísta para España», afirmó el jefe del Ejecutivo antes de dejar claro que los resultados de Andalucía «refuerzan» su compromiso de «defender la Constitución y la Democracia frente al miedo».
Desde el PSOE más critico se culpó al presidente del fracaso electoral andaluz y la irrupción de la formación Vox: “Tenemos un PSOE destruido. Ya estábamos mal pero perder Andalucía ha sido el golpe de gracia. Lo que no logró nadie en 40 años ha sucedido con Pedro Sánchez. Hoy estamos muertos y él, en Polonia”.
VISITA A LOS PIRINEOS EN NOCHEVIEJA
La agenda del presidente del Ejecutivo para esta semana será aún más frenética. El 13 y 14 de diciembre se espera la visita de Sánchez a la última reunión del año en el Consejo Europeo organizada en Bruselas. La Comisión Europea advirtió a finales de noviembre a Pedro Sánchez sobre los posibles desvíos en el déficit y la deuda. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, destacó que España era uno de los países que tendría que hacer “mayores ajustes estructurales”.
Por otro lado, el 18 diciembre, Pedro Sánchez tiene previsto acudir a la presidencia semestral austriaca de la Unión Europea en Viena, en la que junto a líderes africanos y europeos debatirá el polémico tema de inmigración.
Para acabar el año, desde el Ejecutivo ya se habla de un posible viaje navideño de Sánchez y su familia. En concreto, el destino escogido sería la estación aragonesa de Cerler donde el presidente se relajará practicando “snowboard”. Para la agenda de primeros de año, desde el Gobierno no se descarta una gira por Asia en la que Sánchez ya tendría acordadas varias citas con líderes políticos.