Los ERTES suponen una medida imprescindible teniendo en cuenta la situación a la que nos hemos visto abocados desde la llegada del coronavirus, pero el inconveniente es que en estos momentos nos encontramos al final de su vigencia, ya que tenían una duración de seis meses que está llegando a su fin. Al no haber habido una mejora sustancial a nivel de empresa, esta situación está dando lugar a la aparición del miedo por el despido, creando grandes dudas tanto para las empresas como para los trabajadores.
Los ERTES y las dudas más frecuentes
ERTE son las siglas de Expediente de Regulador Temporal de Empleo, y es una medida que toman las empresas cuando se encuentran en una situación en la que, debido a causas de fuerza mayor, no puede continuar con su actividad.
Es importante entender que los motivos tienen que ser justificados, es decir, para permitir que una empresa abra un ERTE, deberá cumplir una serie de requisitos, los cuales se han dado en la presente pandemia.
Sin embargo, las circunstancias han hecho que cada vez sean más los trabajadores que se ven en la tesitura de necesitar un abogado laboralista, y es que la situación sigue planteando muchas dudas acerca de cómo van a proceder las empresas ahora que finaliza el plazo para poder seguir manteniendo los ERTES.
Hasta ahora, gracias al ERTE, los trabajadores han podido cobrar las ayudas que ofrece el gobierno ante esta situación, pero al finalizar el ERTE, el trabajador queda a expensas de la situación de la empresa, es decir, si la empresa no ha conseguido remontar y se sigue encontrando en circunstancias complicadas o se ve en serios problemas para poder seguir subsistiendo, se temen despidos posteriores al ERTE, lo que podría suponer que muchas personas se quedasen en la calle.
El miedo a una oleada de despidos posteriores al ERTE
La situación en estos momentos es bastante compleja, ya que poco a poco se va agotando la ayuda y cada vez son más los que se preocupan por un futuro incierto en el que no se sabe cuál será la decisión o las vías por las que tenga que optar la empresa, y por tanto, la repercusión que tendrá sobre la plantilla.
Pese a los cambios en relación con las medidas contempladas en la última reforma laboral, la gran mayoría se sigue mostrando preocupada, ya que en estos próximos meses es cuando se irá resolviendo la situación para bien o para mal, de manera que se podrá saber si, finalmente, los ERTE se convierten en ERE.
Básicamente, el ERE es similar al ERTE pero con la particularidad de que en este caso no es temporal, y puede dar lugar a una reducción de la plantilla en base a la situación en la que se encuentre la empresa tanto a nivel de producción como económico, organizativo o técnico.
Es importante en estos casos asegurarnos como trabajadores de que disponemos de un buen apoyo legal tanto a nivel de asesoramiento como en el caso de tener que defender nuestra situación, logrando así disfrutar de una mayor tranquilidad durante el proceso y poder defender nuestros derechos de forma efectiva.