El lobby de la empresa química ha quedado en evidencia. Su último hito, los torpes intentos para presionar a un diputado de Unidas Podemos para que abandone su batalla contra el herbicida glifosato, un «probable carcinógeno para los humanos», según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer. Según sospecha el representante de la formación morada Juantxo López de Uralde, la empresa Monsanto empujó a agricultores a presionar al diputado con cartas y llamadas. Unas afirmaciones que toman forma tras conocerse que la empresa agroquímica había incluido a Uralde en una «lista negra» con el objetivo de «excluir el glifosato de la agenda política».
La trayectoria de Uralde, diputado de Equo y portavoz de Medio Ambiente de Unidas Podemos, no es del agrado de muchas empresas agroquímicas. Monsanto le consideraba un problema para sus intereses. Por ello, le incluyó en una «lista negra» en la que figuraban otros activistas de diferentes países de Europa. El objetivo de la compañía era sencillo: evitar que la prohibición del glifosato estuviera sobre la mesa del Parlamento Europeo. Y para contrarrestar las iniciativas ciudadanas que lo buscaban, Monsanto puso en marcha sus medidas de presión.
Uralde ahora ata cabos. Hace dos semanas que se enteró de que su nombre figuraba en la lista de Monsanto. Y ahora comprende por qué recibió cientos de cartas de diferentes supuestos agricultores en las que le pedían que abandonara su lucha contra el glifosato, ya que ellos lo empleaban a diario. Cada vez que abría el buzón, el diputado se encontraba correspondencia repleta de faltas de ortografía que parecían casi caricaturizar un burdo ejemplo de agricultor.
Pero la evidencia más clara llegó con una llamada al grupo parlamentario de Unidas Podemos. Esta vez, Uralde sí que estaba convencido de que era un agricultor «real». Pero la inocencia del trabajador delató a Monsanto. «Me han dicho desde Monsanto que te llame para que te explique que el glifosato es importante para nosotros», comentó. Algo a lo que en su momento Uralde no dio importancia, pero que ahora asocia a que su nombre figurara en la lista negra.
Sobre si el diputado de Equo está dispuesto a emprender acciones legales, Uralde prefiere no precipitarse. «Es escandalosa la situación, pero lo estamos estudiando», detalla. Para el representante, lo que pretendía Monsanto era clasificar a aquellos miembros que podrían suponer un riesgo para sus intereses económicos y «actuar» contra ellos (de forma política).
Entre 2016 y 2017, muchos activistas recogieron cientos de miles de firmas para prohibir el glifosato. Este herbicida había sido calificado como posiblemente cancerígeno (según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) y todos los colectivos ecologistas pusieron el grito en el cielo. Aún así, las repercusiones económicas que tendrían y las presiones de muchas empresas han hecho que este herbicida aún esté suspendido sobre los cultivos europeos.
Fue Bayern, una conocida empresa alemana, cuando compró Monsanto, quien decidió hacer pública la lista negra de la agroquímica. En ese listado figuraban políticos y activistas reconocidos de toda Europa. Desde el diputado de Unidas Podemos Uralde hasta la exministra francesa de Medio Ambiente, Ségolène Royal.
«Estar en la lista negra de Monsanto por mi postura sobre el glifosato indica que estoy en el buen camino. Eso no oculta que es un escándalo cómo las multinacionales agroquimicas presionan para mantener los productos tóxicos en el mercado», detalló Uralde en la red social Twitter.
El diputado de Unidas Podemos fue desde 2001 director de Greenpeace España. Y su compromiso con la lucha contra el cambio climático trascendió a las portadas de todos los periódicos cuando el 17 de diciembre de 2009 se coló con otros activistas del grupo ecologista en una cena de gala que ofrecía la familia real danesa a los líderes que asistían a la Cumbre contra el Cambio Climático. En 2010 se fundó EQUO. Y Uralde fue elegido como el cabeza de lista para las elecciones generales de noviembre. Tras esto, Equo se integró en Unidas Podemos, donde el diputado es portavoz de Medio Ambiente de la formación.