sábado, 14 diciembre 2024

PSOE-A pedirá la «suspensión temporal» de Hernández (Vox) como diputado

El Grupo Socialista tiene previsto registrar este próximo lunes en el Parlamento andaluz una iniciativa para solicitar la «reprobación pública y la suspensión en el ejercicio de sus funciones» como diputado del portavoz de Vox en la Cámara autonómica, Alejandro Hernández, por «el espectáculo lamentable e inaceptable y los insultos que profirió en el Pleno» este jueves «contra la presidenta» del Parlamento, Marta Bosquet (Cs), y «el conjunto de la Cámara».

Así lo ha anunciado el portavoz parlamentario del PSOE-A, José Fiscal, este viernes en una comparecencia telemática en la que ha explicado que el Grupo Socialista va a sustentar su petición de suspensión temporal de las funciones de diputado de Hernández en el artículo 101.4 del Reglamento del Parlamento, que recoge esa posibilidad de suspender a un parlamentario de todos o algunos de sus derechos «cuando atentase de modo grave, en el ejercicio de sus funciones, al decoro parlamentario».

El portavoz socialista ha tachado el comportamiento del portavoz de Vox de «falta de respeto imperdonable hacia toda la Cámara andaluza y, por tanto, hacia la ciudadanía que está en ella representada», y ha aseverado que «no se pueden tolerar» en el Parlamento «actuaciones de este tipo, insultantes y agresivas» como la que, en su opinión, protagonizó este jueves Alejandro Hernández cuando pidió de forma airada la palabra en el Pleno después de que la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, acusara al presidente de la Junta, Juanma Moreno, de haberse «abrazado a los herederos del franquismo», en alusión a Vox y a su pacto con el Gobierno andaluz de PP y Cs para aprobar los Presupuestos.

Al no concederle la presidenta del Parlamento a Hernández la palabra mientras hacía uso de su turno la líder socialista, el portavoz de Vox abandonó el Pleno visiblemente contrariado junto al resto de diputados de su grupo.

El portavoz socialista ha considerado que lo sucedido con Hernández en el Pleno fue «indignante» porque el Parlamento «no puede permitir que la extrema derecha» lo convierta «en el escenario de sus insultos», así como «revelador» de la «actitud sumisa» del Gobierno andaluz, «con su presidente» a la cabeza «sin amparar» a Marta Bosquet tras ser «insultada», lo que «deja muy a las claras» que en el ejecutivo de coalición –PP y Cs– son «rehenes de Vox.

Además, Fiscal ha considerado «vergonzoso que el Parlamento de Andalucía sea noticia en el ámbito nacional por la actitud de la extrema derecha y la permisividad de los partidos que sostienen el Gobierno» de la Junta.

«UN ATENTADO CONTRA LA DIGNIDAD» DEL PARLAMENTO

El portavoz socialista ha insistido en que «no se pueden tolerar» en la Cámara «actuaciones de este tipo, insultantes y agresivas» que constituyen «un atentado contra la dignidad» del Parlamento, «que es tanto como decir de todos los andaluces en él representados», según ha añadido antes de apuntar, además, que en el comportamiento de Hernández concurre «el agravante de género», porque desde el PSOE-A se preguntan «si su reacción hubiera sido la misma con un hombre» presidiendo el Parlamento.

Ha enfatizado que «no hablamos de una cuestión personal, sino de un ataque de un grupo político a la dignidad del Parlamento en la figura de su presidenta», por lo que «es una cuestión política que tiene que ver con la dignidad» de la Cámara, y los socialistas no se van a «quedar con los brazos cruzados para que la extrema derecha no convierta Andalucía en una tierra donde solamente haya crispación, enfrentamiento, violencia y denigrar la vida pública y las instituciones», según ha avisado.

De igual modo, Fiscal ha acusado a Hernández de haber «faltado el respeto» también a la presidenta del Grupo Socialista, Susana Díaz, porque su reacción fue «fruto» de la intervención de la secretaria general del PSOE-A, que «fue interrumpida» por el portavoz de Vox «impidiéndole el ejercicio de la legítima oposición que estaba llevando a cabo en la sesión de control» al Gobierno, según ha agregado.

En esa línea, el representante del PSOE-A ha subrayado que «no se puede interrumpir a ningún diputado a la brava, porque no guste lo que se está diciendo», y esa es «una actitud antidemocrática que no extraña» viniendo de Vox, según ha añadido.

Ha aseverado que a la presidenta del Parlamento «no se le manda a la porra» y «no se le dicen frases soeces como las que literalmente pronunció el portavoz, que mandó» a Bosquet «a tomar por culo», según ha sostenido antes de enfatizar que «el respeto y las formas son elementales en la democracia parlamentaria», en la que «se puede discutir de todo, pero hay determinadas líneas que no se pueden traspasar» y que, este jueves, Hernández «traspasó de manera flagrante y sobradamente».

«HEREDEROS DEL FRANQUISMO»

Además, Fiscal se ha reiterado en la acusación a Vox de que ese partido es «heredero del franquismo», algo de lo que «hay múltiples ejemplos que lo avalan», según ha añadido, recordando que el presidente nacional de la formación, Santiago Abascal, ha sostenido que el Gobierno de España actual es «el peor de los últimos 80 años», de forma que vino a decir que «los gobiernos del dictador Franco fueron mejores».

En todo caso, ha apuntado que en Vox «lo tienen muy fácil» si no quieren ser considerados herederos del franquismo, y es que «condenen la dictadura de forma clara».

Por otro lado, Fiscal ha criticado que Juanma Moreno «tragara y agachara la cabeza», así como que el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, que es de Cs como Bosquet, permaneciera «callado, sin defender a la presidenta del Parlamento». Para el portavoz socialista, el también coordinador de Cs en Andalucía se comporta ya, «de hecho», como «un representante más» del PP.

Tras asegurar que «la ciudadanía tiene derecho a que se produzca un perdón por parte de quien profirió insultos tan graves que han dado la vuelta a España», el portavoz socialista ha subrayado que este episodio ha evidenciado que el presidente de la Junta «no es nada sin la extrema derecha», ya que PP-A y Cs no pudieron sacar una iniciativa en contra de la reforma educativa conocida como ‘Ley Celaá’ y, en cambio, el PSOE-A sí pudo aprobar una moción y una proposición no de ley ante la ausencia de los diputados de Vox.