Isabel Díaz Ayuso será presidenta de la Comunidad de Madrid, con el apoyo de Ciudadanos y Vox. La candidata popular no se equivocó al afirmar que era cuestión de tiempo el entendimiento, después de que las tres formaciones desbloquearan la situación en Murcia. Tras varias reuniones, Vox al fin presentó un documento sin mención a las leyes LGTBI que ha facilitado el ‘sí’ de Ciudadanos y que permitirá al PP gobernar, en coalición, cuatro años más en uno de sus grandes feudos.
VOX SE GANA EL ‘SÍ’ DE CIUDADANOS
Si algo no le pueden achacar PP y Ciudadanos a Vox es su actividad y su afán por llegar a un acuerdo. Tras el pleno de investidura sin candidato, la formación de Santiago Abascal fue la primera en movilizarse para poner fin a días sin avances en las negociaciones. Vox presentó un documento, como ya hizo en Murcia, pero con exigencias que Ciudadanos en ningún caso iba a admitir, como la de restar derechos al colectivo LGTBI.
Este jueves la situación ha dado un vuelco, después de que Vox haya dado un paso atrás al eliminar su pretensión de reducir el número de consejerías (se ampliarán hasta 13) y la de derogar artículos de las leyes LGTBI. Respecto a los talleres sobre salud sexual, Vox ha conseguido, al menos, «garantizar el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación moral y religiosa de acuerdo a sus convicciones», algo que ya sucedió en Murcia.
Estas ‘rebajas’ de Vox han sido suficiente para que Ciudadanos modifique su postura y decidida dar su aprobación al documento presentado por Vox. Un acuerdo que permitirá a la formación naranja formar un gobierno de coalición con el PP, como ansiaban desde la noche electoral del 26 de mayo, en la que vislumbraban una situación que se ha postergado semanas por las diferencias entre ambos partidos.
AYUSO QUIERE SER INVESTIDA «CUANTO ANTES»
El día de Díaz Ayuso ha llegado al fin. Su tarea no ha sido fácil. La futura presidenta de la Comunidad de Madrid ha tenido que lidiar con el veto de Ciudadanos a Vox, hasta el punto de retocar ella misma los documentos hasta su aprobación definitiva. Aunque su intención de ser investida antes de agosto ya no es viable, si espera que el pleno se produzca «cuanto antes» porque será lo «mejor para todos».
Ayuso ha respondido a Gabilondo, que les ha acusado de pactar con la extrema derecha, y ha mencionado que el acuerdo de investidura no supone «derechizar nada», aunque no le importan lo más mínimo «esas etiquetas». La candidata del PP ha celebrado que tantas negociaciones hayan tenido «éxito» y ha agradecido a los otros dos partidos que hayan solventado «los escollos lógicos».
La popular, eso sí, tiene claro que no será una legislatura del todo fácil, ya que por primera vez habrá un gobierno «en coalición», que Vox apoyará desde fuera. Es decir, como ha pasado en Andalucía y en Murcia, los pactos con la formación de Santiago Abascal serán constantes. Tras un sinfín de reuniones que Ayuso ha calificado de «difíciles», cree que finalmente han primado «las muchas cuestiones en común». Ayuso, que lo ha peleado, al fin será presidenta de la Comunidad de Madrid.
CRITICAS AL ACUERDO
Como era de esperar, los partidos de la oposición se han mostrado contrarios al acuerdo. La más dura ha sido Sol Sánchez, portavoz adjunta de Unidas Podemos en Madrid, que ha culpado a Ciudadanos de renunciar a sus principios de «regenerar las instituciones». Desde la formación morada apuntan a que con este nuevo gobierno seguirán las «privatizaciones, la desigualdad y la corrupción», una opinión que también ha compartido Ángel Gabilondo, candidato del PSOE.