El proyecto musical de Ecoembes ‘La Música del Reciclaje’ cuenta con la participación del psicólogo Javier Urra quien destaca la «segunda oportunidad» y el «crecimiento emocional enorme» experimentado por los menores participantes, más de 40 niños de entre 8 y 17 años en riesgo de exclusión social. El que fuera primer Defensor del Menor es miembro del patronato de este programa que, como ha reconocido Urra, nunca creyó que «funcionara tan bien».
Los jóvenes participantes pertenecen a un centro de Vallecas (Madrid), procedentes en su mayoría de familias con bajo nivel económico, y de un centro de protección también ubicado en Madrid y regentado por monjas. Javier Urra ha sido uno de los encargados de realizar un seguimiento a los chicos «para saber si la acción tenía razón de ser».
En este sentido, Urra afirma que, gracias a esta iniciativa, los menores «han normalizado sus conductas» y les ha permitido darse cuenta de que pueden «autodominar» su comportamiento, además de ganar en autoestima y tolerancia. El psicólogo ha explicado que, al principio del proyecto, algunos de estos niños eran muy nerviosos, padecían déficit de atención o trastornos de hiperactividad pero, en la actualidad, tanto la música como el director de la ‘orquesta’ –que es pedagogo–, han hecho que estos menores «tengan un presente y un futuro».
«Son unos niños muy agradecidos con los instrumentos y con el personal que estamos con ellos. El programa también ha tenido un impacto muy positivo para las familias que tratan a sus hijos como pequeños artistas», ha asegurado Urra.
Otros aspectos psicológicos que ha puesto de manifiesto el programa, plasmados el Informe de Evaluación realizado por Urra, son la inteligencia emocional, la percepción de valores, la tolerancia, la solidaridad, el compromiso, la empatía, el sentimiento de pertenencia, la vinculación a un grupo, la autoestima, la motivación, la superación personal, la autonomía, las habilidades sociales y la capacidad de atención.
Los menores también han podido viajar por el mundo con ‘La Musica del Reciclaje’ para ofrecer conciertos en espacios con «mucha historia», como el Teatro Real de Madrid en el que han actuado en alguna ocasión. Además, se ha dado algún caso de jóvenes que han querido continuar con la formación musical en un conservatorio, aunque Urra ha insistido en que la formación musical «no es el objetivo del programa».
El reciclaje también tiene un papel importante en el proyecto y se encarna en la figura de un luthier que se encarga de buscar objetos, en su mayoría metálicos aunque también de madera, para hacer los instrumentos. Una actividad que, como ha dicho Urra, propicia que los niños ayuden al luthier y «quizá en el futuro se dediquen a esto».
Asimismo, el psicólogo ha destacado que Su Majestad la Reina Doña Sofía es una gran seguidora de los menores participantes y del proyecto y «siempre que puede acude a visitar y a escuchar a los niños». En este punto, Urra ha recordado una anécdota que tuvo con Doña Sofía cuando, antes de la pandemia, los niños acudieron a una residencia de ancianos para animar a las personas mayores con la música y se creó «un momento muy emotivo».
«Los niños comenzaron a tocar canciones antiguas y las personas mayores de esta residencia sufrían alzhéimer y se emocionaron hasta el punto de llorar al recordar las canciones de su juventud y acabaron cantando y aplaudiendo a los niños», ha rememorado Urra.
Ecoembes señala que el proyecto nació hace seis años para mejorar las condiciones de vida de los más pequeños y darles una segunda oportunidad a través de la música, la educación y el reciclaje pero la idea se trasladó por la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura que comenzaron a reutilizar latas o tenedores como instrumentos musicales.
«La música puede ser una gran oportunidad para socializarse, para integrarse, para comprometerse con el futuro y con la formación de uno mismo. Gracias a este estudio hemos comprobado la mejora que conlleva en su autoestima, su socialización, su integración, su perseverancia en el estudio, su asunción de normas, entre otros aspectos cognitivos, sensoriales y emocionales», ha explicado Urra.
En España, con motivo del Día Universal del Niño (20 de noviembre), Ecoembes lamenta que el 30 por ciento de los menores de 16 años se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, según el Informe AROPE sobre el Estado de la Pobreza en España. Debido a la pandemia COVID-19, este problema se ha visto «considerablemente agravado» y por ello quieren aportar su ayuda a mejorar el futuro de estos jóvenes.
«Esta iniciativa social refleja el compromiso por desarrollar el potencial artísticos de estos jóvenes en un intento de disminuir las circunstancias que derivan de la exclusión social. El planeta y el futuro de la sociedad está en manos de nuevas generaciones», ha asegurado la directora de comunicación de Ecoembes, Nieves Rey.