Arianespace y la ESA han creado una comisión de investigación para esclarecer el fracaso del lanzamiento del satélite español Ingenio. Al parecer, errores de integración del cohete malograron la misión.
El vehículo de lanzamiento, que ya sufrió un fallo de propulsión en julio de 2019, despegó como estaba programado el 16 de noviembre a las 2.52 UTC desde Kouoru, Guayana Francesa. Las primeras tres etapas funcionaron nominalmente hasta el encendido de la etapa superior AVUM, ocho minutos después de la salida de la plataforma de lanzamiento. En ese momento se detectó una trayectoria degradada, seguida de una pérdida de control del vehículo y la posterior pérdida de la misión.
Investigaciones iniciales realizadas tras el fracaso de la misión con los datos disponibles, apuntan a que un problema relacionado «con la integración del sistema de activación de boquillas AVUM de la cuarta etapa del cohete Vega es la causa más probable de la pérdida de control del lanzador».
Según un comunicado del operador comercial de transporte espacial Arianespace, la Comisión proporcionará pruebas detalladas «para explicar por qué no se tomaron medidas para identificar y corregir el error de integración».
La Comisión formulará una hoja de ruta para el regreso del cohete Vega al vuelo en condiciones de total confiabilidad. Arianespace y la ESA presentarán conjuntamente las conclusiones de esta comisión.
Como propietaria del cohete, Arianespace expresa sus más «profundas disculpas» a los clientes y fabricantes de satélites involucrados en esta misión.
SEOSAT-Ingenio iba a ser todo un hito al ser el primer satélite 100% español, que se encargaría de ‘vigilar’ desde el espacio el estado de los suelos, del agua, del aire, e incluso la contaminación de las ciudades.
Liderado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), el coste total del Gobierno en este proyecto, iniciado en 2008, ronda los 200 millones de euros. Ha sido la primera vez que España diseña y desarrolla un sistema completo espacial. De hecho, los contratistas principales, el subsistema, los equipos, los operadores y la explotación comercial ha sido española.
Entre su instrumental de vanguardia destacaba una cámara dual de última generación que puede tomar imágenes de la Tierra con una resolución de 2,5 metros.