Unidas Podemos dinamita la investidura de Sánchez

No hubo acuerdo. Unidas Podemos lo intentó hasta el último suspiro, con una contraoferta en pleno Congreso, pero Pedro Sánchez ya no estaba dispuesto a recular. El PSOE no ha conseguido los apoyos suficientes, siquiera para sumar una mayoría simple. La formación morada ha optado por una abstención que ha condenado, otra vez, las aspiraciones del líder socialista para consumarse en el poder. Tan sólo el Partido Regionalista de Cantabria brindó su apoyo al PSOE, que tiene hasta septiembre para negociar y evitar nuevas elecciones.

UN MAR DE ABSTENCIONES

Como era de prever, por lo que sucedió en la primera votación el pasado martes y por lo que en las últimas horas habían expresado sus líderes, varias formaciones optaron por la abstención. Una forma de ‘facilitar’ la investidura de Sánchez sin mostrar su acuerdo, ya que el PSOE ha sido incapaz, desde el 28 de abril, de sumar apoyos relevantes. Ni siquiera el de Compromís, que la semana pasada hablaba de “grandes avances” y de un acuerdo para dar su ‘sí’ a cambio de algunas mejoras en la Comunidad Valenciana.

Bildu hizo lo propio, después de que Sánchez ‘olvidara’ las “discrepancias del pasado” y adquiriera un tono amable en su discurso. ERC discrepó de JxCat y abogó también por la abstención, como hizo otro partido independentista como el PNV.

Unidas Podemos tenía en su mano lo posibilidad de decantar la balanza hacia el PSOE y conseguir, al fin, poner de acuerdo a la izquierda. Pero Iglesias, que ya dio un paso atrás el viernes a renunciar a formar parte del Gobierno de Sánchez, cree que el PSOE no ha hecho las suficientes cesiones. Si los socialistas atacan a Podemos por exigir la vicepresidencia y cinco ministerios en primera instancia, los morados recalcan que Sánchez sigue anclado al bipartidismo y que, más allá del programa, tiene claro que quiere manejar sólo a España.

De ahí que todos sus miembros, incluida Irene Montero, cuyo voto telemático una hora antes coincidió con el del resto, decidieran abstenerse, a sabiendas de que Sánchez no obtendría los apoyos suficientes. Una decisión complicada tras días de intensa negociación y un voto repleto de incertidumbre por una contraoferta de última hora en la que Iglesias renunciaba a las competencias en Trabajo por las de Empleo. En definitiva, un desenlace que exhibe los desencuentros que ambos partidos han mantenido frente a los medios de comunicación.

EL PSOE SÓLO SUMA AL PRC

En más de tres meses que han transcurrido tras los comicios de las generales, el PSOE sólo ha conseguido convencer a un diputado, al que representa al Partido Regionalista de Cantabria. Una unión ‘sencilla’, ya que ambas formaciones se han entendido también a nivel autonómico. En total, 124 síes, 67 abstenciones y un total de 155 votos en contra, los que suman PP, Ciudadanos, Vox, CC, Navarra Suma y JxCat.

Y es que, pese a la insistencia de Sánchez, ni Casado ni Rivera se han planteado en ningún momento modificar su postura. Ahora, ante el temor de unas nuevas elecciones y de un gobierno que sí o sí tendría que depender de los independentistas, la situación podría variar. Aunque la principal vía de Sánchez es la de Unidas Podemos, con quien más ha negociado todo este tiempo. Esos flecos que no se han resuelto en estos días podrían desaparecer de aquí a septiembre, donde PSOE y Unidas Podemos esperan alcanzar el anhelado gobierno de coalición.