La situación en la Comunidad de Madrid mejora. La pandemia empieza a estar controlada gracias a las decisiones de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y las del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Sin embargo, hay quien no está muy conforme con cómo han quedado las cosas y busca la forma de chupar un poco de protagonismo aunque los datos vayan a la baja. Es el caso de Juan González Armengol, el viceconsejero de Asistencia Sanitaria, un alto cargo de la Comunidad de Madrid que hasta ahora había estado en un frustrante segundo plano contra su voluntad. Pues bien, para cambiar esta situación, González Armengol ha tomado las riendas de su situación y sin tener demasiada comunicación con los verdaderos dirigentes de la Comunidad de Madrid pretende crear un comité sanitario pandémico que coordine toda la acción del gobierno autónomo y que sea trasversal entre consejerías. Todo por afán de protagonismo, ya que quiere ser algo similar al Fernando Simón de la Comunidad, pues sería él quien asumiría la portavocía, tal y como detallan las fuentes consultadas por MONCLOA.COM.
Si las fuentes pudieran resumir en una sola expresión a González Armengol, dirían que tiene una «ambición desmesurada». Nadie entiende en la Comunidad de Madrid los movimientos que de manera sutil ha empezado a hacer el viceconsejero de Asistencia Sanitaria. Como si del propio consejero de Sanidad se tratara, González Armengol se comporta y se mueve con total libertad, hasta el punto de buscar la forma de crear un comité transversal en el que él se convertiría en el auténtico protagonista al asumir de manera desinteresada el papel de portavoz. Vamos, que sería al uso una especie de Fernando Simón de la Comunidad de Madrid, pues su labor sería la de informar también de forma diaria sobre la evolución de la pandemia en la autonomía de la capital.
No hay ninguna comunidad autónoma en España que tenga un comité similar al que pretende crear el viceconsejero de Asistencia Sanitaria. Tiene un alto cargo, pero su forma de trabajar ha llevado a más de uno a comparar las competencias que asume González Armengol con las del propio consejero. Vamos, que no es el consejero, pero como si lo fuera; al menos es la percepción que se tiene desde la Consejería de Sanidad. Y visto que es Ruiz Escudero quien da la cara cada viernes para comunicar las restricciones que se aplicarán en las próximas semanas en Madrid y en los municipios, parece, según detallan las fuentes, que González Armengol ha tirado de imaginación para buscar la forma de chupar cámara.
Que los datos avalen la gestión y la forma de proceder de la administración autonómica no es problema para el viceconsejero. Algunos dentro de la Comunidad de Madrid se preguntan al conocer las intenciones de González Armengol por qué es necesario crear ese comité, pero nadie encuentra respuesta. Tal es el grado de convicción del ambicioso político que le ha puesto un nombre concreto y ya ha repartido según qué cargos. O al menos los suyos, pues él sería coordinador y portavoz de ese Comité Sanitario Pandémico, ya con mayúsculas, que debería arrancar a juicio del viceconsejero cuanto antes.
La Comunidad de Madrid no tiene una figura mediática equivalente a Fernando Simón. Pero vamos, que no lo hay ni en la capital ni en ninguna comunidad autónoma de España. De hecho, de hacer falta, sería antes en otros territorios antes que en la autonomía que gobierna Díaz Ayuso, pues tanto los gráficos de fallecidos como los de infectados avalan que la presidenta lo ha gestionado correctamente sin la necesidad de recurrir a ningún comité sanitario pandémico que revuelva las tripas de la administración pública con nuevos nombramientos y nuevas apariciones mediáticas que relaten lo que todos saben.
Las fuentes tienen claro cuál es el trasfondo de este problema. Desde la Comunidad de Madrid se desliza que la «ambición» de González Armengol es desmedida y que se comporta en Sanidad como si el propio consejero se tratara. Opera bajo el ala de Ruiz Escudero y pretende ascender mediante sus propios movimientos. Pero es esa «ambición desmesurada» la que le ha llevado a proponer un Comité que acabaría por afectar a prácticamente todas las consejerías y que coordinaría él de forma estrecha.