La incidencia baja en Aragón a 900 casos por 100.000

El Gobierno de Aragón ha manifestado que la incidencia de la COVID-19 ha descendido en la comunidad autónoma a los 900 casos por 100.000 habitantes en 14 días y a 420 semanales, si bien la situación de los hospitales es «muy preocupante». La incidencia acumulada en 14 días superaba la semana pasada los mil casos por 100.000.

En rueda de prensa, la consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha subrayado que el sistema se encuentra en una situación de «tensión» tanto en los ingresos hospitalarios, como en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), donde los profesionales «han tenido que duplicar su carga de trabajo». En estos momentos, hay 121 personas en UCI por la COVID-19.

Según ha contado Repollés, «Aragón sigue estando en un nivel de alerta 3 agravado» y la previsión es mantener las actuales restricciones durante todo este mes o, al menos, «en los próximos días», ya que la comunidad autónoma sigue encontrándose en «riesgo extremo».

Repollés ha constatado que las limitaciones en agrupaciones sociales y los confinamientos perimetrales «están empezando a tener efecto y se está reflejando en una reducción de la incidencia», especialmente en esta última semana, para subrayar que el objetivo es lograr una bajada más rápida porque en los hospitales «la situación sigue siendo muy preocupante».

La consejera ha remarcado que existe un «decalaje» entre la declaración de casos y los ingresos hospitalarios y en UCI, de forma que en estos momentos las unidades de intensivos «están muy tensionadas y trabajan al doble de su ritmo habitual», «con una carga de trabajo muy superior a la que sería deseable» y con un «gran esfuerzo por parte de todos los trabajadores de la sanidad», que atienden a un mayor volumen de personas, pero «igual de bien que en condiciones normales».

VISITA A LOS DOS GRANDES HOSPITALES

Así lo ha comprobado ella misma ya que este miércoles la consejera ha visitado el Hospital Miguel Servet y el Clínico de Zaragoza y ha visto las condiciones de trabajo de los facultativos de UCI, Urgencias y Medicina Interna.

Según ha dicho, en todas estas áreas y también en otras «tienen que atender el doble de pacientes», lo que les obliga a «redistribuir su tarea», habiendo personas «que se han tenido que formar y redireccionar sus habilidades» para atender a los pacientes con coronavirus.

Además, atención primaria ha visto «duplicar su carga de trabajo» y los turnos al encargarse tanto de la detección y control de los positivos por coronavirus, como atender el resto de patologías, ha relatado Repollés.

La consejera ha precisado que los sanitarios «son personas que también se cansan, se deprimen, tiene familias y miedo a ponerse enfermos y a contagiar» y por eso es «responsabilidad de todos» conseguir que puedan atender a todas las personas que lo necesitan en condiciones de normalidad y para eso «hay que evitar que los contagios sigan creciendo».

«Tenemos que ir todos a una» y de igual forma que los sanitarios «trabajan con tensión porque es su obligación y así lo ven», los gestores «hemos de habilitar los recursos» y la población en general «cumplir las normas» para no incrementar más la carga de trabajo de los sanitarios, ha sostenido.

«Todos estamos cansados, pero tenemos nuestra cuota de responsabilidad», ha remarcado Repollés, y por eso hay que «ser muy sensatos» ya que «nos estamos jugando nuestra salud porque las personas que nos tienen que cuidar poseen un límite y, aunque tenga mucha dedicación, también se deprimen y enferman».

MEDIDAS

La consejera ha explicado que desde su Departamento se está actuando para habilitar espacios especiales que permitan incrementar la capacidad de hospitalización y de UCI.

Ha mencionado el caso del Hospital Obispo Polanco de Teruel, donde tres camas destinadas a reanimación van a pasar a ser de UCI «y así seguir moderadamente» con la actividad quirúrgica y disponer de recursos intensivos «tanto para pacientes COVID, como no COVID».

En el caso de la zona sanitaria de Barbastro, Repollés ha señalado que en los últimos diez días se ha registrado «un volumen muy importante de casos» que se debe a contagios comunitarios «relacionados con agrupaciones de personas en condiciones especiales de socialización que se están produciendo en esta zona».

La consejera ha indicado que el Departamento está comunicación con los centros de salud y los alcaldes de la zona, así como con las comarcas y las Fuerzas de Seguridad y si bien se ha planteado la posibilidad del confinamiento perimetral, se ha optado por otras acciones dadas las características de los contagios, para realizar un seguimiento de las cuarentenas domiciliarias y una vigilancia específica de estas agrupaciones sociales.

Además, ha apuntado, el centro de salud de Barbastro ha hecho un llamamiento «a la responsabilidad individual» y desde el Departamento han decidido esperar a ver si estas medidas tienen efecto en la disminución de casos, pero «no se descarta ninguna otra acción».

La consejera ha añadido que en el resto de hospitales «se van adaptando la medidas según las necesidades de atención y el tipo de pacientes», y si bien existe la posibilidad de incrementar camas UCI, estas deben ser atendidas por personal y los recursos humanos «son finitos».

EVOLUCIÓN EPIDEMIOLÓGICA

El director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, ha expuesto la situación epidemiológica actual y ha dicho que «se está consolidando una tendencia descendente en la curva de casos nuevos». Como ejemplo, ha comentado que se ha pasado de los 1.200 o 1.300 nuevos casos diarios de hace diez días a los 700 u 800 diarios actuales.

Ha aportado otros datos, como el índice reproductivo, ya que hace unos días de cada diez personas infectadas se contagiaban otras diez, mientras que ahora de cada diez lo hacen ocho y esta tendencia «irá disminuyendo en los próximos días». Por su parte, el porcentaje de positividad de las pruebas ha pasado de superar al 20 por ciento a encontrarse entre el 15 y 17 por ciento.

Falo ha pedido «asumir con prudencia» estos datos ya que «estamos bajando, pero lo importante es hacerlo rápido» para «proteger al sistema sanitario y a la población más vulnerable», cuya expresión «más evidente» son las personas mayores que viven en residencias, ha apuntado.

Al respecto, ha manifestado que esta tendencia descendente tardará en verse en ingresos hospitalarios, en UCI, en residencias de mayores y en fallecimientos, que en los últimos siete días se han incrementado, con 175 nuevos decesos en Aragón en la última semana y «aún habrá semanas complicadas».

En relación con la mortalidad, ha dicho que si en la primera oleada el 83 por ciento se concentraba en personas que vivían en residencias, ahora «solo uno de cada tres» están en estos centros.

A LOS MÁS VULNERABLES

Falo ha comentado que están aumentado los contagios en residencias porque «tenemos un grado muy alto de transmisión comunitaria, y antes o después termina afectando a los más vulnerables», si bien ha esgrimido que estos centros «han avanzado mucho en capacidad de sectorización» y en cómo protegerse, aunque «queda recorrido» en este último campo. También ha indicado que los centros intermedios COVID para mayores «están funcionado muy bien».

El director general ha explicado que dos de cada tres personas mayores que fallecen se contagian «en su entorno familiar y social» y por eso ha incidido «en la responsabilidad social y colectiva de protegerse con higiene, mascarilla y distancia social», estando en contacto «solo con el entorno más estrecho».

«Ya habrá tiempo de contactar con otros entornos más amplios», ha agregado Falo, que también ha pedido evitar espacios cerrados y aquellos lugares donde la concurrencia de personas es mayor.