domingo, 24 noviembre 2024

Dieta blanca: para qué personas se recomienda y como seguirla

Si acabas de realizarte un blanqueamiento dental, debes tener cuidado con tu alimentación para no revertir los cambios conseguidos. En estos casos, la dieta blanca será tu aliada para seguir disfrutando de tu tratamiento. ¿Quieres saber qué alimentos y bebidas debes ingerir y cuáles debes suprimir? Te lo explicamos todo en este post. ¡Acompáñanos!

¿Qué es la dieta blanca?

Cuando se realiza un blanqueamiento dental, se utilizan algunos compuestos como el peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida. Éstos favorecen que el esmalte dental esté más poroso y receptivo a modificaciones durante los días posteriores al tratamiento. Los restos de estos peróxidos tardan hasta 4 o 5 días en eliminarse por completo. Por ello, hay que tomar algunas precauciones extraordinarias durante este periodo.

Así que si acabas de realizarte un blanqueamiento, lo ideal es que evites ciertos alimentos que pueden amarillear nuevamente tus piezas dentales. Con lo cual, hasta que tus dientes recuperen nuevamente su superficie, la dieta que deberías llevar a cabo es la dieta blanca (se denomina así por analogía con la técnica odontológica).

A continuación, te mostramos qué alimentos son loas más recomendables en relación a este tipo de dieta y cuáles deberías evitar.

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¿Qué se puede comer en la dieta blanca?

dieta

Entre los alimentos que sí puedes ingerir, destacan los siguientes:

Lácteos. Leche, yogur blanco, mantequilla, requesón, kéfir, cuajada o queso.
Bebidas de soja, almendras, arroz o coco.
Verduras como repollo blanco, endibias, ajo, cebolla, apio, espárragos blancos, pepino (desechando la piel), calabacín o patata.
Frutas como la uva blanca, manzana, pera, plátano o chirimoya.
Frutos secos blancos como almendras, anacardos, avellanas o nueces peladas.
Cereales que no sean oscuros como el arroz blanco, la pasta sin color, el pan, los copos de avena o las tortitas de arroz.
Legumbres como las alubias blancas.
Carnes, que pueden incluir lomo de cerdo, pollo, conejo o codorniz, pero también fiambres de pollo, pavo o jamón york que no tengan colorantes en su composición.
Pescados. Fundamentalmente los blancos, el atún en conserva o el marisco.

Así mismo, es válida la ingesta de champiñones, setas de cardo, claras de huevo o vinagre de arroz. Como puedes ver, casi todos estos alimentos de color blanquecino o pálido, carecen de pigmentos. Y ésta es es la premisa fundamental que tenemos que tener en cuenta tras someternos a un blanqueamiento.

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