La Comunidad de Madrid destina cada año más dinero para cubrir los ataques del lobo en su territorio. En 2013 concedió casi 3.000 euros. Y en 2018 más de 154.000 euros (de los 250.000 dedicados a este supuesto), según los datos de la administración. Unas cifras que coinciden con el desarrollo del depredador en la región. Pero los ganaderos consideran que los daños que les causa el lobo no se cubren adecuadamente. «Un juez determinó que deberíamos cobrar hasta cuatro veces más», ha asegurado el presidente de Ugama, Alfredo Berrocal.
Hay cerca de 40 lobos ibéricos en la Comunidad repartidos en cinco manadas, según un estudio del Gobierno regional. Durante 70 años, este depredador desapareció del centro de la península. Sin embargo, desde que saltara en 2013 a los titulares que había vuelto a los alrededores de la capital, el animal se ha hecho con la Sierra de Guadarrama y los alrededores. Solo las carreteras y los núcleos de población frenan el avance de estas manadas. Aunque ya haya pasado por la finca Los Arcos del Real, donde se casó la hija del expresidente del Gobierno, José María Aznar.
En la Comunidad se produce más de un ataque diario de lobos al ganado, según los datos de la Unión de Agricultores, Ganaderos y Silvicultores de Madrid (Ugama). En 2016, se registraron 251 denuncias; en 2017, 337 y en 2018 hasta 398. Y según la asociación, los ganaderos han ganado todas las demandas (a pesar de que no reciben un importe acorde a las pérdidas). Algo a lo que no dan credibilidad desde el PACMA, quienes aseguran que muchas de esas denuncias son falsas.
«Quieren aburrir al ganadero y ahogarle económicamente», ha asegurado a MONCLOA.COM el presidente de Ugama. «Queremos medidas concretas, rápidas y efectivas de prevención», continúa. La Comunidad de Madrid ha destinado en 2018 154.000 euros a cubrir las pérdidas de los ganaderos. Incluso en aquellos casos en los que las pérdidas han superado el valor de 30.000 euros, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha fallado a su favor.
Pero PACMA no lo ve así. Desde el partido animalista aseguran que tienen un informe que demuestra que muchas de las denuncias de los ganaderos se han archivado. «Los ganaderos trabajan por intereses económicos», aseguran desde el partido. Pero Berrocal insiste en que desde su asociación no quieren matar al lobo. Solo que les ayuden con «el sobrecoste del manejo de un rebaño en zonas loberas».
El problema, según expertos forestales de Castilla y León, es que la ganadería extensiva de la Comunidad de Madrid no ha lidiado con el lobo durante años. Y ahora su modo de vida choca frontalmente con las necesidades del depredador. Hace años, los ataques por cánidos al ganado se asociaban a perros silvestres. Pero desde que el lobo ha entrado en escena, todos los incidentes se asocian a este depredador. «Ni antes todos los ataques eran de perros salvajes, ni ahora todos son por lobos», aseguran los expertos.
Para estos expertos, acostumbrados a tratar tanto con los ganaderos como con los lobos, no es tan sencillo determinar la culpabilidad del depredador. «El lobo hace un balance energético tremendo», aseguran. Si tiene que comer carroña de un animal muerto, lo hará. Por tanto, puede que el lobo se alimente de una vaca o una oveja muerta que no haya matado.
Pero la entrada del lobo en la Comunidad de Madrid también puede ser beneficiosa para el equilibrio y la diversidad, según aseguran tanto el PACMA como los expertos forestales. Hace dos años, la Consejería de Medio Ambiente aprobó matar a tiros a 2.500 cabras de La Pedriza (en la Sierra de Guadarrama). El exceso de población de este animal puso en riesgo especies de plantas autóctonas y disparaba la posibilidad de que se propagaran enfermedades como la sarna. Esto era consecuencia de que las cabras no tenían un depredador natural que controlara la población.
A FAVOR DEL LOBO
Pero desde Ugama no se oponen abiertamente a la entrada del lobo ibérico en la Comunidad de Madrid. Reclaman que les ayuden económicamente para prevenir los ataques en zonas loberas. Ante las acusaciones del PACMA, Berrocal asegura que ellos serían los primeros en expulsar a aquellos ganaderos que realizaran una denuncia falsa. «Nos perjudicaría a todos», señala Berrocal.
Para solucionar el problema, los expertos forestales recomiendan emplear medidas que ya se han llevado a la práctica en las regiones donde el lobo siempre ha estado presente. Los ganaderos extensivos del norte de España, de zonas como Asturias o Galicia, utilizan mastines, corrales, vallas sonoras… para alejar al lobo de sus rebaños. Aún así, en esas regiones los ganaderos también denuncian las pérdidas que les generan estos depredadores, llegando incluso a matarlos de forma ilegal (ya que el lobo no está protegido al norte del río Duero).