El clan de Cristina Cifuentes tiene una turbulenta historia que vuelve a resurgir con la petición de seis años de cárcel por parte de la Fiscalía para uno de sus amigos, Dionisio Ramos, por la presunta caja B de la Universidad Complutense.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid vivió un momento clave en su carrera política en esta universidad, donde llegó a dirigir un colegio mayor y obtuvo un puesto de funcionaria. A este puesto, por cierto, estuvo a punto de volver tras su dimisión como presidenta madrileña.
Cifuentes coincidió en la Complutense con personas que luego se han visto envueltas en casos de corrupción como Gürtel o en operaciones políticas como el tamayazo, que arrebató la comunidad de Madrid al PSOE gracias a dos diputados tránsfugas. Dionisio Ramos fue la persona más importante de este clan.
La petición de seis años de cárcel para Ramos realizada por la Fiscalía, según publicó Infolibre, se produce tras una investigación iniciada hace doce años. El ministerio público sostiene que se produjo un desvío de un millón y medio de euros, que se encontraban fuera de la supervisión de la Complutense, y que se dedicaron al pago de sobresueldos.
Cristina Cifuentes fue directora del colegio mayor Miguel Antonio Caro de esta Universidad y en aquella época mantuvo una estrecha relación con Dionisio Ramos. De hecho, Cifuentes llegó a ser testigo en su boda y la subdirectora del colegio mayor que dirigía Cifuentes era la sobrina de Ramos. Este dirigía, a su vez, el colegio mayor Antonio de Nebrija, colindante con el de Cristina Cifuentes.
En la misma época, el marido de Cristina Cifuentes, Francisco Javier Aguilar Viyuela, llegó a ser director general de Patrimonio de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Aguilar había sido el arquitecto de las reformas de varias facultades y colegios mayores de la Complutense.
CIFUENTES Y LOS COLEGIOS MAYORES
De hecho, la Universidad había creado empresas para la gestión de sus inmuebles. Estas fueron Gestión Universitas y Residencial Universitas. Por estas empresas pasaron personajes clave de esta historia. Uno de ellos fue Jesús Calvo, uno de los protagonistas del caso Gürtel y condenado a seis meses de cárcel.
Calvo estuvo al frente de algunas de las empresas de Francisco Correa, el líder de la trama Gürtel, el escándalo de corrupción más importante del Partido Popular. Por estas empresas también pasó otra persona relevante, como es el Reinolfo Ortiz.
Por las empresas de la Complutense Gestión Universitas y Residencial Universitas pasaron Dionisio Ramos, Reinolfo Ortiz y Jesús Calvo. También lo hizo José María Michavila, que fuera años después ministro de Justicia con el Gobierno de José María Aznar.
El nombre de José María Michavila salió a relucir cuando el caso Gürtel daba sus primeros pasos, ya que el ayuntamiento de Boadilla del Monte, gobernado por Arturo González Panero, el albondiguilla, le había contratado como asesor externo, aunque no se descubrió ninguna irregularidad.
El nombre de Dionisio Ramos aparece también en el sumario del caso Gürtel en una operación de compraventa de terrenos con una de las empresas de Correa y en un frustrado intento de hacer un negocio con la Universidad. Ramos ha desmentido siempre que tuviera relación con la trama.
«Cifuentes coincidió en la Complutense con personas que luego se han visto envueltas en casos de corrupción como Gürtel o en operaciones políticas como el tamayazo»
En cualquier caso, la relación entre ambos se mantuvo hasta el punto de que fue Ramos quien convenció a Cifuentes para que hiciera el máster en la Universidad Rey Juan Carlos por la que ahora se encuentra procesada. El nombre de Dionisio Ramos saltó en la investigación del máster como una de las personas que había conseguido el título, aunque él mismo señaló que nunca lo cursó y por lo tanto no lo tiene.
Ramos ha convertido en negocio aquello en lo que trabajó en la Universidad Complutense, ya que es socio de varias empresas dedicadas a la construcción de residencias universitarias. Entre ellas se encuentra una en la Universidad Rey Juan Carlos, la del ya citado máster de Cifuentes. En otro de sus proyectos, esta vez para la Complutense, tuvo como arquitecto al marido de Cifuentes, Francisco Javier Aguilar.
La relación con el tamayazo se extiende a través del marido de Cifuentes, ya que Javier Aguilar Viyuela mantuvo un negocio de gestión de licencias municipales con Rafael Verdes, hermano del abogado José Esteban Verdes, que puso en contacto al tránsfuga Eduardo Tamayo (de quien toma el nombre el tamayazo) con Ricardo Romero de Tejada, secretario general del Partido Popular cuando se coció esta operación.
Las amistades peligrosas de Cristina Cifuentes le han perseguido hasta el final. En la comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del Partido Popular que sigue sus pasos en el Congreso de los Diputados, la expresidenta madrileña tuvo que responder a una pregunta del portavoz socialista en la que le pidió que aclarara si tuvo que ver con una nota atribuida a Tamayo en la que aparecía el nombre de Dionisio Ramos, el de Cristina (sin especificar el apellido) y al abogado Esteban Verdes.