Podemos se disparaba en las encuestas a finales de 2014, pero Pablo Iglesias no se confiaba y a finales de 2014 quiso borrar las dudas que existían sobre su programa económico. El secretario general de los morados presentaba junto a los economistas Vicenç Navarro y Juan Torres López el programa económico marco de la formación morada.
Este documento iba a ser la hoja de ruta con la que Podemos diseñase su programa electoral en materia económica para las generales de 2015. Cuatro años después Juan Torres López, economista granadino, exasesor de Hugo Chávez, mentor de Alberto Garzón y cercano al PSOE, ha vuelto a la primera línea mediática al cargar contra Iglesias, al que acusa de dar «vergüenza ajena».
Torres López señala en su blog que «parece como si Podemos y Ciudadanos se hubieran empeñado en mostrar al electorado que son fuerzas inútiles, que ni comen ni dejan comer. Y a buen seguro que lo han conseguido. Podemos lo demostró claramente en 2015 y Ciudadanos en Cataluña, cuando no fue capaz de hacer absolutamente nada después de haber ganado las elecciones».
El economista asegura que «los resultados de las ultimas generales (y de las municipales, autonómicas y europeas) son la consecuencia de esa incompetencia. En la ciudadanía no ha desaparecido el deseo regenerador que impide que los grandes partidos tengan el apoyo electoral que hasta 2015 habían tenido. Pero ni Ciudadanos ni Podemos son ya quienes puedan presentarse como referentes o piezas clave para regenerar nuestra vida política».
TORRES LÓPEZ PIDE UN PACTO ENTRE PSOE Y CIUDADANOS
Torres López asegura sobre ‘la nueva política’ que «no han aprendido la lección y sus dirigentes reproducen una estrategia que no sólo les produjo un daño político enorme a sus organizaciones sino que tuvo un coste muy grande para la inmensa mayoría de los españoles. No hay mejor prueba de ello que la vergüenza para España de tener un gobierno que acababa sus funciones censurado por corrupto mientras su presidente huía del hemiciclo para irse a comer y a beber whisky.
Especialmente duro se muestra con Podemos: «Si su empeño es realmente el de lograr que el nuevo gobierno del PSOE avance socialmente y adopte medidas transformadoras lo que debería preocuparle no es entrar en él con más o menos ministros (y mucho menos que concretamente Pablo Iglesias lo sea), que es lo secundario».
Y advierte: «Lo primero debería ser acordar y afianzar con el PSOE un pacto de legislatura que contenga las medidas que puedan permitir mejorar las condiciones de vida, nuestras cuentas económicas (estamos sentados en una bomba de deuda que estallará a poco que suban los tipos de interés), reorientar en lo posible nuestro modelo productivo y aprovechar la coyuntura internacional y sobre todo europea para lograr más capacidad de maniobra y reglas de juego más favorables.
TORRES DICE QUE EL SECRETARIO GENERAL DE PODEMOS DA «VERGÜENZA AJENA»
El economista apuesta por un acuerdo tutelado por Sánchez: «Con un pacto previo de esa naturaleza se podría dilucidar con realismo (y no a priori) si interesa o no entrar en un gobierno en donde no se puede ser un electrón libre sino una pieza más y disciplinada de la estrategia general que marca (como no puede ser de otro modo) el presidente del PSOE».
Torres López no se corta contra Iglesias: «Y así, además, si se decidiera que Podemos debiera tener algún Ministerio, sería mucho más fácil que la opinión pública y los grupos de poder entiendan que eso es lo que mejor conviene a los intereses de la mayoría de los españoles. Tal y como se está haciendo, lo que más bien se provoca es vergüenza ajena viendo a sus dirigentes implorar un ministerio para Iglesias, como ya ocurrió en 2015».
«Los dirigentes de Ciudadanos y de Podemos se equivocan de nuevo y vuelven a pasar la factura de sus errores al resto de los españoles. Pero el hecho que ambos hayan caído en la trampa del PSOE no quiere decir que éste último lo esté haciendo completamente bien», añade.
El economista dice del PSOE que «va buscando gobernar con las menores ataduras posibles, y está en su derecho, pero no debería olvidar que eso también tiene un coste para España porque significa estar dispuesto a entrar en una legislatura loca, de geometría mucho peor que variable, y en la que apenas se podrán llevar a cabo los cambios de envergadura que son necesarios».
Y remata: «Pedro Sánchez tiene la obligación de poner por delante sus pretensiones y a lo que está dispuesto a llegar. Es inevitable que lo haga al someterse a su posible investidura y sólo entonces se podrá evaluar si conviene que haya o no ministros de uno u otro partido».