domingo, 15 diciembre 2024

Castilla y León supera los 3.000 fallecidos en hospitales con Covid-19

Castilla y León ha superado este viernes las 3.000 personas fallecidas en los hospitales con COVID-19, al alcanzar la cifra de 3.026 en la estadística que ha publicado la Junta este viernes, 6 de noviembre, de esa cantidad total, casi 1.000 personas -977- han perdido la vida desde que el 21 de junio se inició lo que entonces se denominó oficialmente como ‘nueva normalidad’.

La estadística que aporta diariamente la Junta ha alcanzado este viernes las 3.026 personas fallecidas en los hospitales de la Comunidad con COVID-19 diagnosticado, a lo que se suman 830 internos de centros de mayores y de personas con discapacidad con COVID-19 confirmado, y 1.105 residentes más que han perdido la vida entre marzo y mediados de junio con síntomas compatibles con el COVID-19.

En total, la Junta de Castilla y León contabiliza en su portal de ‘situación epidemiológica del coronavirus en Castilla y León’ 5.911 muertes totales relacionadas con el COVID-19, una cifra que incluye además a personas que han fallecido en sus domicilios. Por lo tanto, esa cantidad total supone casi el doble de los 3.026 finados en hospitales.

La evolución de esta cifra, aunque cada fallecimiento tiene detrás un drama personal y familiar, ha sido sensiblemente más atenuada en los cuatro meses y medio que han transcurrido desde el final del primer estado de alarma que en los tres primeros, en lo que se consideró como la ‘primera ola’ del coronavirus en España –la segunda se puede situar o bien a partir del final del estado de alarma o a partir de los primeros rebrotes importantes que se produjeron a finales de julio–.

El sábado 21 de junio entraba en vigor la normativa estatal, adaptada por las Comunidades autónomas, que había marcado el Gobierno de Pedro Sánchez para ‘desescalar’ las medidas sanitarias adoptadas el 13 de marzo con el primer Estado de Alarma, que supuso el confinamiento casi total del país.

En esa fecha habían perdido la vida en los hospitales de Castilla y León 2.049 personas con COVID-19 diagnosticado, en un periodo de tres meses y ocho días trágicos –los dos primeros fallecidos oficiales en la Comunidad se notificaron el 13 de marzo–. En los cuatro meses y medio posteriores han fallecido en centros hospitalarios de la comunidad 977 pacientes de coronavirus.

En cambio, la ocupación hospitalaria ha sufrido un empeoramiento notable entre esa fecha, con 89 pacientes de COVID-19 ingresados el 21 de junio –18 en unidades de críticos y 71 en planta– y la actual, con los actuales 1.693 –214 en críticos y 1.479 en planta–.

MORTALIDAD EN HOSPITALES POR MESES

El peor mes de esta etapa ha sido el de abril, con 1.147 personas fallecidas en hospitales con COVID-19 diagnosticado. El segundo con mayor mortalidad hospitalaria ha sido, por el momento, el de marzo, cuando solo entre los días 13 y 31 se notificaron 641 muertes en hospitales.

Octubre, ya en plena segunda ola, se ha situado como el tercer mes más trágico, con 557 fallecimientos en los centros sanitarios de la Comunidad.

A continuación se encuentran, en relación a la cifra de fallecidos en hospitales, mayo con 220 muertes; septiembre, con 201; agosto, con 60; junio, con 51; y julio, con apenas diez óbitos en centros sanitarios. Eso sí, el mes de noviembre, en menos de una semana ha sumado a esta cuenta ya 140 fallecimientos.

Aun así, esa cifra no llega a la semana más trágica de esta pandemia, que fue la comprendida entre el 30 de marzo y el 5 de abril, cuando se notificaron 403 fallecimientos en hospitales. En esa semana se encuentra la jornada en la que más personas perdieron la vida en un centro sanitario, el 2 de abril, con 82 óbitos. En esta segunda ola el registro más elevado notificado en un solo día es el de este jueves 5 de noviembre, con 35.

Cabe apuntar que durante la primera ola de la pandemia a esa cantidad de personas fallecidas en los hospitales se le sumaba una cifra importante de víctimas que fallecían sin diagnóstico de COVID-19 o en otros lugares, como las residencias -la estadística que diferencia el lugar de fallecimiento de los internos de centros de mayores y personas con discapacidad se comenzó a publicar el 17 de noviembre-.

Por ejemplo, entre el 1 y el 30 de abril se notificaron los fallecimientos de 739 personas que estaban internas en residencias y que tenían síntomas compatibles con el COVID-19, mientras que a fecha de 30 de abril habían perdido la vida en los propios centros un total de 601 internos.

Ese dato también se ha atenuado sensiblemente, ya que los meses de marzo y abril fueron los que presentaron una mayor situación de colapso en la atención hospitalaria y asistencial, lo que incrementó el número de personas que fallecían en las residencias, ante la imposibilidad o la decisión de no trasladarlas a los hospitales.

De hecho, desde el 1 de mayo hasta la actualidad han perdido la vida en las residencias 229 internos, aunque más de la mitad de ellos -130- han fallecido en los meses de septiembre, octubre y noviembre.