El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se ha reafirmado este jueves en que con las nuevas restricciones frente a la pandemia, como el cierre de la hostelería en 60 municipios, en principio durante un mes, se intenta «salvar» la campaña de Navidad. Pero ha advertido que, en todo caso, «no se puede garantizar nada» y las limitaciones podrían seguir si lo exige la situación epidemiológica.
«Si hay un momento álgido en la hostelería es en diciembre, y el momento más bajo en noviembre», ha argumentado Feijóo, en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, en la que ha explicado que, además de tratar bajar ya la presión asistencial y evitar un confinamiento domiciliario, se decidió cerrar ahora bares y restaurantes para tratar de reabrir en diciembre y que puedan mejorar su facturación.
En todo caso, preguntado acerca de si le preocupa que este mensaje pueda favorecer que los ciudadanos se relajen en diciembre y repunten los contagios, el presidente gallego ha esgrimido que las nuevas restricciones buscan lo contrario, que los gallegos «no se relajen». Además, ha subrayado que lo que se ha transmitido es que las medidas están «inicialmente previstas para cuatro semanas».
«Si van a durar más o no, no lo podemos saber ahora. Analizaremos semanal y quincenalmente como funcionan», ha advertido, antes de remarcar que los criterios clínicos que se manejan en la Comunidad serán «los mismos» este mes y el próximo.
Tras insistir en que no es «prudente» anticipar qué va a pasar en diciembre, ha esgrimido que ahora se urgieron las nuevas restricciones porque, entre otras cuestiones, en una quincena los casos activos se multiplicaron por dos. «Si eso se vuelve a repetir, es evidente que no vamos a poder bajar las restricciones», ha ejemplificado, en una intervención en la que ha apelado de nuevo a la responsabilidad de «todos».
¿CERRAR HASTA QUE HAYA VACUNA? «NO ME APUNTO A ESA PROPUESTA»
«¿Que se van a producir más contagios en Navidad? ¿Entonces, cuál es la propuesta? ¿Cerrar todo hasta que haya una vacuna? Yo no me apunto a esa propuesta», ha proclamado, a renglón seguido, para añadir que, a su juicio, la «proporcionalidad» es «un criterio básico entre sanidad, convivencia y economía».
En este punto, ha recordado que en los meses de verano «entraron 800.000 personas en Galicia» y en septiembre ya se registraron «dificultades» en España porque en el conjunto del país pudieron entrar visitantes «de cualquier lugar» a través de aeropuertos y otras vías «sin PCR».
Ha recordado que la Administración autonómica «avisó» de que esto ocurriría, pero también se ha mostrado convencido de que la población es cada día «más consciente» de la situación, por lo que, con las nuevas restricciones, «dolorosísimas para muchísimas familias» y en las que la hostelería «paga» la situación, tendrán un impacto favorable.
Dicho esto, sobre el turismo en Galicia, ha recordado que cualquier persona que visite la Comunidad tiene «la obligación de registrarse» y de cumplir las mismas normas que quienes residan en las localidades a las que se desplace.
En todo caso, ha remarcado que «una persona de cualquier lugar de España no puede venir a hacer turismo a ninguno de los ayuntamientos que están afectados por las restricciones», pero sí al resto.
