La alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno (Ciudadanos por el Cambio), aclara en Moncloa.com diversas dudas sobre la ola de inmigración que ha sacudido la isla de Gran Canaria en las últimas semanas. Desde la denuncia que ha interpuesto su Ayuntamiento para cerrar el campamento de Cruz Roja que ha llegado a tener hacinados a 1.575 inmigrantes a la vez, hasta los motivos por los que ha podido producirse esta arramblada de pateras que recuerda a la crisis de los cayucos de 2006.
Entre los posibles desencadenantes, Bueno apunta al cese de los «acuerdos económicos»que el Gobierno mantenía con los países de origen, como el gobierno de Marruecos, por el que el país se comprometía a evitar el embarque de pateras. Acuerdos que servían a modo de «chantaje» para que no salieran a alta mar tantos cayucos.
«Cada X tiempo hay que darle dinero a esos países para controlar sus fronteras»
Asimismo, Onalia Bueno desestima el riesgo de ‘efecto llamada’ que pudiera conllevar su propuesta de trasladar a inmigrantes a la península, en lo que denomina «solidaridad territorial» para ayudar a Canarias. «El efecto llamada es un efecto que no lo vamos a poder contener», indica la alcaldesa, señalando que los inmigrantes ya llegan con un teléfono móvil a las islas, por lo que evitar cualquier tipo de comunicación es imposible. Todo esto, también en contexto de unos «alrededor de 5.000 y pico inmigrantes» alojados en hoteles a principios de noviembre en Gran Canaria, que pueden por tanto comunicar su situación.
ACUERDOS ECONÓMICOS ROTOS HABRÍAN CAUSADO LA NUEVA CRISIS
Comparando la gestión de la anterior gran crisis migratoria, la de 2006, con la actual, Onalia destaca la labor del ex vicepresidente Rubalcaba en el Gobierno, frente a un actual Consejo de Ministros hipertrofiado y en el que «no hay coordinación».
Preguntada por los posibles motivos que hayan producido esta nueva y masiva oleada de pateras, la alcaldesa de Mogán señala «la falta de vigilancia». Los países de origen han «bajado la guardia en la vigilancia de sus fronteras», al igual que España, indica. Así, Bueno denuncia que la nueva crisis puede haberse producido porque «no se han renovado los acuerdos económicos con esos países y quizá sea una forma de chantajear». «No lo puedo decir firmemente por mí», matiza Onalia, pero asegurando que es lo que «veo, lo que leo, lo que escucho». «Cada X tiempo hay que darle dinero a esos países precisamente para controlar sus fronteras», concluye.
Por último, la de Ciuca diagnostica que el descontrol gubernamental en la cuestión migratoria presenta como uno de sus productos una mayor polarización, que podría derivar en xenofobia.