José Luis Martínez-Almeida, alcalde del Ayuntamiento de Madrid, ha acatado las medidas cautelarísimas solicitadas por Ecologistas y Greenpeace contra la moratoria de multas en Madrid Central. Sin embargo, no las comparte, por lo que ha insistido en que optarán por otro modelo basado en alternativas y no en restricciones dado que el actual está «agujereado y parcheado«.
Almeida ha recorrido parte de Usera dentro del plan especial de limpieza. Ha llegado pasadas las 11.30 horas a bordo de su moto. Junto a la Caja Mágica se ha encontrado con el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, y el concejal-presidente del distrito, Borja Fanjul.
Al alcalde la resolución judicial del viernes le merece «el mismo respeto que las dos resoluciones judiciales que se dictaron el jueves avalando la actuación del Ayuntamiento en relación con la moratoria». Se refería a las medidas cautelarísimas presentadas por el PSOE y la denuncia de un vecino particular de Centro.
«Las resoluciones judiciales se pueden discrepar pero se tienen que respetar y acatar. Nadie criticó tan duramente a los jueces como el anterior equipo de Gobierno con expresiones del tipo ‘los jueces obstaculizan la labor del Ayuntamiento’, ‘Habría que hablar con ellos’ o ‘Los jueces no están sensibilizados con las cuestiones municipales. Nosotros no nos vamos a meter con los jueces como se hacía antes sino respetar y acatar las decisiones judiciales, tanto las que nos son favorables como las que no», ha trasladado a los medios, después de destacar que presentarán recurso, algo que pueden hacer hasta el viernes.
«HIPOCRESÍA» DE LA IZQUIERDA
Con la suspensión de la moratoria, las multas vuelven a Madrid Central desde este lunes, ha confirmado el regidor, que ha cargado contra la «hipocresía del anterior equipo«. Los que venían a defender la calidad del aire, los que se han estado manifestando en la calle diciendo que retrocedíamos 15 años, son los mismos que dieron instrucciones (verbales) de no multar en Madrid Central», ha lanzado.
«Dijeron que Madrid Central entraba en vigor el 15 de marzo y con una mano decían eso y con otra decían que no se multaba hasta el 30 de mayo. Qué casualidad. Cuatro días después de las elecciones, cuando previsiblemente sabían que iban a perder el poder, dieron la instrucción de que se multara en Madrid Central. Durante mes y medio, siguiendo el razonamiento de Manuela Carmena y sus concejales, han puesto en grave peligro la salud de los madrileños porque sólo hemos hecho lo mismo que ellos pero de manera legal respetando el ordenamiento jurídico», ha lanzado.
De la exalcaldesa ha dicho que permitió «una barra libre de vehículos sin etiqueta, que podían entrar con barra libre de 45 euros al mes (en periodo reducido) porque sólo se les multaba una vez que pasaban». Desde el PP, ha declarado, han venido a «acabar con la hipocresía, con las lecciones de superioridad de la izquierda, a gestionar la ciudad para todos«.
PRESUNTA INSTRUCCIÓN VERBAL
José Luis Martínez-Almeida ha declarado a los medios que esa supuesta instrucción de no multar hasta el 30 de mayo «no tuvo reflejo escrito, no tuvieron valor de ponerlo por escrito«. «Nosotros vamos a decir las cosas a la cara a los madrileños y según el ordenamiento jurídico», ha insistido.
«No vamos a permitir un Madrid Central agujereado, parcheado, en el que no se multa a conveniencia de apetencias electorales de un equipo de gobierno. Nosotros en estos tres meses vamos a construir un Madrid Central que sea mejor, más eficiente, que luche contra la contaminación», ha asegurado. Se trata de «un acuerdo programático con Cs» y que van «a cumplir», lejos de la «discrecionalidad arbitraria de un equipo de gobierno». «No vamos a dar instrucciones verbales», ha añadido.
Estos tres meses le servirán al Ejecutivo para analizar la zona de bajas emisiones teniendo en cuenta que ha sido perjudicial «desde el punto de vista económico y medioambiental en el conjunto de la ciudad porque el distrito Centro no se puede entender aisladamente». Irán a un «enfoque integral», alternativas, teniendo en cuenta que hay más población fuera de la M-30 que dentro.