El Gobierno del Principado de Asturias ha decretado el cierre de toda la actividad económica no esencial de la región, entre ellos la hostelería. Además el Gobierno asturiano pedirá el Ministerio de Sanidad que se apruebe un confinamiento domiciliario «suave» de quince días en la región, similar al de la Fase 1 de la desescalada.
Así lo ha decidido el comité de seguimiento de la Covid-19 reunido esta mañana con una resolución que se publicará mañana martes y que entrará en vigor el miércoles por un plazo de quince días. Así mismo se ha decidido el toque de alarma quedará fijado a las 22.00 horas.
El consejero de Salud, Pablo Fernández, ha indicado que «si estuviese en su capacidad el Principado estaría decretando ya el confinamiento domiciliario». «Mientras tanto no podemos esperar y ponemos en marcha una resolución que entrará en vigor el miércoles que se basa en que salgamos lo mínimo posible de nuestros domicilios: ir a trabajar, ir a los estudios e ir a comprar», ha manifestado el consejero.
Tanto Pablo Fernández como el presidente del Principado, Adrián Barbón, han insistido en que no se estaría hablando de un confinamiento similar al del mes de marzo en pleno estado de alarma, «no es un confinamiento radical puro y duro», sino más parecido al de la Fase 1, permitiendo «cierta movilidad» sobre todo teniendo en cuenta a determinados colectivos más vulnerables que necesitan.
Ha explicado que ya han trasladado la petición al Ministerio que ha indicado que «comparte con el Principado las medidas adoptadas» y en este sentido Barbón ha recordado que hay otros países en los que ya se han adoptado medidas de confinamiento domiciliario «matizado a la fase uno de la desescalada».
«Se busca esencialmente reducir contagios y movilidad», ha insistido Barbón, que en numerosas ocasiones ha insistido en quue la situación es «crítica» y por tanto hay que adoptar las medidas «más drásticas posibles», como son las tomadas este lunes.
LA EDUCACIÓN NO UNIVERSITARIA SE MANTIENE
El director de Salud Pública, Rafael Cofiño, ha sido el encargado de explicar cuales son las actividades que se cierran en la región. Así ha destaco que se suspenderá la educación universitaria y la actividad comercial no esencial. Es decir, sólo podrán seguir abiertos comercios como supermercados o tiendas de primera necesidad.
Se suspende de actividad de negocios minoristas, salvo esenciales; la actividad comercial en grandes superficies y centros comerciales; la de actividad presencial en la Universidad. También se aprueba la suspensión de congresos, reuniones, seminarios y conferencias, así como espectáculos públicos y recreativos.
Quedan exentos del cierre los comercios de alimentación, de bebidas, de artículos de primera necesidad, farmacias, parafarmacias, ópticas, prensa y revistas, estancos, talleres, ITVs, equipos tecnológicos, tintorerías, lavanderías, peluquerías o recogida de comidas.
Además se mantendrá en marcha con control estricto de las normas sanitarias la educación desde cero años hasta los cursos de Bachillerato y FP y también los servicios sociosanitarios como los centros de día.