El secretario de Justicia del PP y consejero de Justicia, Interior y Víctimas de la Comunidad de Madrid, Enrique López, ha expresado este domingo su «más enérgica condena» ante los actos violentos ocurridos anoche en Madrid y otras ciudades de España y ha hecho un llamamiento al «civismo y a la responsabilidad».
López ha felicitado este domingo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) por la «excelente labor de contención» de este tipo de actos y valora que la mayoría de la población está cumpliendo las normas establecidas y las restricciones.
Además, en unas declaraciones remitidas por el PP, asegura que el Gobierno de España reaccionó «desbordado, tarde y con torpeza» en la primera ola de la pandemia, «lo que provocó una desescalada imprudente y que ahora se ha colocado tras el burladero de una falsa cogobernanza, remitiendo la responsabilidad a las comunidades autónomas».
En el Día de Todos los Santos, López ha enviado un mensaje de solidaridad a las familias de los 60.000 fallecidos por Covid-19 y a los que la están padeciendo actualmente. «Estamos con ellos, compartimos ese dolor y haciendo todo lo posible para que esto acabe cuanto antes», ha añadido.
El secretario de Justicia del PP ha denunciado que, frente a un Ejecutivo que se está «lavando las manos», los Gobiernos regionales «están actuando con responsabilidad, aplicando criterios estrictamente sanitarios y técnicos».
También ha lamentado «la preocupación que está generando en Europa la gestión por parte del Gobierno de esta crisis, en la que está adoptando medidas sin seguir criterios técnicos y asesorados por «un grupo de expertos que nadie conoce.
El consejero madrileño a pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que «abandone la excepcionalidad del estado de alarma» y tome «la mano tendida por Pablo Casado para reformar la ley orgánica de medidas especiales de salud pública de 1986, para volver a la normalidad».
Por último, ha instado al ministro de Sanidad, Salvador Illa, a que dimita, tras «demostrar una gran capacidad para equivocarse y por su absoluta ineficiencia a la hora de adoptar medidas para luchar contra la pandemia, como han hecho ministros de Sanidad de otros países».