Que no se diga que no cuidan la «igualdad». El vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha presionado mucho a su presidente, Pedro Sánchez, para que destine una gran cantidad de dinero al Ministerio de Igualdad. Iglesias no se ha quedado corto y ha considerado que la cartera de su pareja sentimental merece una buena cantidad de euros para hacer lo que hasta ahora ha hecho. Hasta 451 millones de euros destinará el Gobierno al ministerio de la portavoz de Podemos en 2021 (siempre que se saquen adelante las cuentas) para que impulse estudios como aquellos que dicen que vestir de rosa a las niñas las sexualiza. Las críticas no se han hecho esperar, pero aún así, Iglesias pretende que el ministerio de su pareja sea el que más crezca en ingresos en el próximo año.
De esos 450 millones de euros, la gran mayoría (es decir, 400) los pagaremos entre todos los españoles. Los otros 50 millones los pondrá la UE. Con estas cuentas, y en plena crisis por la pandemia, desde la oposición no dan crédito a la ingente cantidad de dinero que Sánchez por presión de Iglesias va a destinar a un ministerio que poco ha aportado al Gobierno desde que se inventó tras la negociación de la coalición. De hecho, según las últimas encuestas, como la de Sociométrica, Irene Montero es directamente la ministra peor valorada.
Los «grandes éxitos» de Igualdad son varios. En primer lugar, se gastó una buena cantidad de dinero (220.000 euros) en insignias feministas para las empresas que cumplieran correctamente con los cupos y respetaran a las mujeres en sus puestos de trabajo. Esta era una medida que ya había aprobado el PSOE, pero que Montero ejecutó pudiendo frenarla en plena pandemia, pues se publicó en el BOE con todos confinados.
Los informes son muchos, y las labores de Igualdad también. Pero el buque insignia de Montero ha sido aprobar la ley del aborto, que con sus críticos y sus avalistas justificó de forma bastante polémica en una entrevista en Televisión Española (TVE) al afirmar que era necesaria porque la gente seguiría abortando aunque estuviera prohibido. En cualquier caso, se trata de una ley que emana de un ministerio que fue inventado para cumplir el cupo de carteras que exigía Unidas Podemos en las negociaciones.
Descontando los fondos comunitarios, el Ministerio de Igualdad se ha convertido así en «el departamento que más crece después del Ministerio de Trabajo», según ha indicado la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En concreto, sería un incremento del 129,5% del presupuesto con respecto al presupuesto del año anterior. Montero tendrá mucho dinero en plena crisis, y esto no gusta nada a la oposición por la presunta poca utilidad del ministerio.
Según han explicado desde el Gobierno, el dinero público destinado a la prevención integral de la violencia de género aumentará un 44%, y sin los fondos europeos la financiación también se elevaría un 13%, lo que supone, según ha comentado la ministra de Hacienda, cumplir con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y «refleja el compromiso del Gobierno para combatir esta lacra».
Lo interesante es que en este supuesto ha sido Iglesias el que ha presionado mucho para que su pareja tenga más dinero para hacer lo que ha hecho hasta ahora por el bien de la igualdad de género. Sánchez ha cedido y no ha tenido problema en darle una buena parte del pastel a un ministerio inventado que lleva tan solo vigente unos meses y que tampoco ha hecho nada destacable, más que destacar en las encuestas por ser el peor valorado de todas las carteras.
El Ministerio de Igualdad tendrá al mismo tiempo otros 200 millones de euros adicionales para el Plan Corresponsable sobre conciliación. En este sentido, los Presupuestos de 2021 incrementan los permisos de paternidad de 12 a 16 semanas y los equiparan por primera vez a los de maternidad, lo que beneficiará a 236.000 familias.