El eurodiputado de IU, Javier Couso, se ha marchado de la coalición con una dura carta de despedida contra la que ha sido su formación política en los últimos años y en la que critica a la dirección, sobre todo al «pope» Alberto Garzón.
Hace apenas unas semanas, Couso anunciaba su intención de poner su trabajo ante el escrutinio de la militancia de IU de cara a revalidar su presencia en el Parlamento Europeo para la legislatura 2019-2024 tras las elecciones de mayo.
El eurodiputado de IU reclamó la necesidad de un proceso de primarias «verdaderamente participativas», que garantizase la presentación de unas listas en las que se reflejase la diversidad de IU y la posibilidad de elegir entre los diferentes nombres, independientemente del lugar que ocupasen en ella.
También, en el mismo artículo, manifestó su «incredulidad» ante unas supuestas filtraciones en las que la dirección adelantaba que no contarían con ninguno de los eurodiputados de la presente legislatura. «Lamentablemente, ha sido así», constató esta semana.
«Ahora entiendo perfectamente las declaraciones de la exportavoz de IU en el Parlamento Europeo sobre un supuesto acoso laboral sin destinatarios. Hoy se ve clara la maniobra intoxicadora que sirvió de excusa para, además de manchar la trayectoria política de sus eurodiputados, dejarles fuera de las listas», indicó Couso.
El eurodiputado se queja de que los representantes en Bruselas no tuvieran el apoyo de la dirección y que, «con comunicados insustanciales y la creación de un instrumento ad hoc fuera de la comisión de garantías de la propia organización», se diese credibilidad a unas acusaciones «gravísimas que la propia persona acusadora calificaba días después de meras anécdotas».
«Nada de primarias abiertas y democracia interna. Otra vez la lista plancha cocinada en los despachos de la dirigencia de Izquierda Unida y el PCE»
«Pero ya el trabajo estaba hecho: difamación y una mancha inconcreta sobre todos los diputados y diputadas que componían la delegación de IU en Bruselas«, constató el representante de IU.
En su opinión, al comprobar ya, blanco sobre negro, esta «sucia maniobra, deja en muy mal lugar a la dirigencia» de IU, «que en la práctica no defiende la labor que hemos desarrollado con seriedad y dedicación desde que fuimos elegidos en el 2014 y que da carta de naturaleza a la guerra sucia de la peor política«.
Couso lamenta en su misiva de que no hayan recibido ningún reconocimiento por el trabajo «bien hecho» de los último cuatro años en Bruselas y Estrasburgo. «Como en cualquier empresa capitalista, somos arrojados a la papelera como mero material defectuoso».
Respecto a las primarias, ya no queda nada -a su juicio- de aquella bandera que levantaba Alberto Garzón en su disputa con el anterior coordinador, Cayo Lara. «Nada de primarias abiertas y democracia interna. Otra vez la lista plancha cocinada en los despachos de la dirigencia de IU y el PCE«, censuró Couso.
UNA LISTA SÓLO CON AFINES AL COORDINADOR
La lista la diseñan sólo los que son afines al entorno del coordinador de IU y del secretario general del PCE, Enrique Santiago. «En resumen: un quítate tú para ponerme yo y un blindaje total de todo el andamiaje que rodea al coordinador. Hablando en plata, son más democráticas las listas del Senado, donde se puede elegir candidato o candidata -independientemente del lugar que se ocupe-, que esta lista elaborada en los despachos a la espalda de toda la militancia», subrayó.
En este proceso, aprobado por los órganos de IU, si quieres presentarte, primero debes pasar una criba de 400 avales, para después enfrentarte a la lista apadrinada por Garzón y Santiago, «los popes de IU y PCE respectivamente», y aún sacando un buen resultado contra el aparato y su capacidad para mover votos de asambleas y federaciones, Couso constata que nunca será un puesto de salida ya que «no más de tres puestos serán los que otorgue Podemos a una, ya subalterna, IU».
«Haberme presentado a esta competencia tramposa con fachada democrática sólo habría servido para blanquear un proceso que mantiene la esencia de la vieja política, donde se premia más la adhesión al jefe que la capacidad y el trabajo realizado», advirtió el hermano del cámara asesinado en la última guerra de Irak.
Estas formas acartonadas y blindadas evidencian, en el fondo, el miedo que tienen las direcciones de IU y el PCE a que los militantes y simpatizantes puedan participar libremente en procesos verdaderamente democráticos y transparentes», prosiguió.
Así lo comprobó cuando ante la pregunta «a un alto apparátchik» de por qué no se hacía una lista con todas las personas interesadas en concurrir y que se pudiese votar independientemente del puesto, le contestaron que había miedo en la dirección a que Paloma López, o él mismo, pudiesen colocarse en puestos de salida «delante de los cuasi desconocidos candidatos del aparato».
COUSO CRITICA QUE IU NO TENGA ESTRATEGIA PARA EUROPA
«Gran democracia y seguridad la de esta dirección» de IU que dirige Garzón, quien «apaga los fuegos con gasolina y las discrepancias políticas con el ostracismo». Couso lamenta que a la dirección de IU no le importe mucho la «degradación creciente» de la situación en Bruselas. Nada de soluciones, ausencia de una estrategia política para Europa, cero visión de una actuación conjunta y coherente», resumió.
«Dejo fuera de este texto la impericia y la ausencia de calor de la dirección con las federaciones y sus gentes. Esas gentes que son la verdadera esencia de IU y el PCE; personas que no saben casi nada de lo que se cuece en las plantas nobles de Olimpo (sede de IU), y que son quienes mantienen viva la vieja, pero actual, lucha de clases en sus pueblos, en sus ciudades, contra viento y marea, sosteniendo una bandera roja de dignidad en medio de tiempos tan líquidos».
Estos años en IU han tenido muchas cosas buenas, en opinión de Couso, la mayoría gracias al contacto con la militancia de base, «que transmitían cada vez todo el cariño y que nos trasladaban que seguían nuestras actuaciones en el ‘Mordor’ europeo», refiriéndose a Bruselas.
Nada más lejos de la dirección, a la que nunca le importó en demasía el trabajo político desarrollado en un ambiente hostil y con poca repercusión en nuestro país; y eso que nos hemos batido el cobre, que hemos dedicado jornadas extenuantes y viajes infinitos para que la voz de nuestra gente, esa de la que hablaba antes, se escuchase clara y nítida en el ruedo de la UE.
«Una dirección endogámica, con muchos jóvenes novedosos y muchos ‘viejóvenes’ de siempre, decidió mantener el control; para seguir siendo dueños, para repartirse el menguado pastel y que, lamentablemente, los órganos lo ratificaron. Por lo tanto, aquí termina mi experiencia parlamentaria en Izquierda Unida, pero no mi camino. No quiero estar en esta IU cuya dirección no se parece a su militancia«, señala Couso en su adiós a IU, «pero no un adiós a la clase a la que pertenezco y a la que defenderé en cualquier lugar que me reserve el resto de mi vida».