El ministro del Interior, Matteo Salvini, ha advertido este domingo a Open Arms que no se acerque a Italia. El líder italiano ha avisado de que los efectivos de rescate de la ONG española podrían correr la misma suerte que la capitana del barco ‘Sea Watch 3’ Carola Rackete, si deciden atracar por la fuerza en el puerto de Lampedusa, como hizo la patrona, que ha sido detenida y podría ser deportada de inmediato bajo la prohibición de entrar en territorio italiano durante los próximos cinco años.
«Hay otros barcos de otras dos ONG, una alemana y una española, que navegan hacia el Mediterráneo. Más vale que no se acerquen a Italia o de lo contrario les espera el mismo trato«, ha asegurado Salvini en comentarios realizados durante un directo en Facebook y recogidos por el diario ‘La Repubblica’.
La capitana del barco ‘Sea Watch 3’ se enfrenta a acusaciones de «acto de guerra»
El otro barco al que se refería Salvini es el ‘Alan Kurdi’, el buque de salvamento marítimo de la ONG alemana Sea Eye, que el pasado mes de abril consiguió desembarcar a más de 60 inmigrantes en Malta tras una semana aislado en el mar sin puerto seguro al que llegar.
ORDEN DE DEPORTACIÓN PREPARADA
Por otro lado, el ministro Salvini ha asegurado que ya está lista la orden de deportación contra la capitana Rackete, que se activará si finalmente se decide eximir, el próximo lunes, a la patrona del ‘Sea Watch 3’ de cualquier negligencia tras entrar por la fuerza esta madrugada en el puerto de Lampedusa.
«Espero que la Fiscalía de Agrigento confirme su arresto porque ha cometido un acto de guerra contra nuestro país», ha declarado Salvini de todos modos, tras acusar de nuevo a la capitana de embestir contra una patrullera al entrar en el puerto.
«Pero si no se da el caso, ya hemos preparado una orden de deportación» y una medida adicional para prohibir a Rackete la entrada en Italia durante cinco años, siguiendo una ley para los ciudadanos de la Unión Europea considerados peligrosos para la Orden y seguridad nacional.
Según ‘La Repubblica’, la capitana pidió inmediatamente disculpas por el incidente tras pasar a disposición policial a su llegada a puerto.
Ahora está bajo arresto domiciliario en una dirección que ella misma indicó en Lampedusa y permanecerá allí al menos hasta el lunes, cuando se espera que comparezca ante el juez de investigaciones preliminares de Agrigento para responder de las acusaciones de «acto de guerra» al enfrentarse a buques del Estado italiano y por las que podría ser condenada a hasta 10 años de cárcel.