La ministra de Igualdad, Irene Montero, está un poco harta de que la increpen tanto en redes sociales como por la calle. Ahora, el nuevo bulo que corre por las redes sociales asegura que la ministra y su pareja, el vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, se fueron a Segovia a comer cochinillo, uno de los platos más conocidos de la ciudad. Pero lo cierto es que esta noticia ha resultado ser falsa, pues el vídeo en el que supuestamente insultan e increpan a Irene Montero dentro de su coche oficial no es en realidad de ella, sino la ministra Trabajo, Yolanda Díaz. Iglesias y Montero no han dejado escapar la oportunidad para machacar a Periodista Digital, el medio que publicó las imágenes.
En el vídeo se ve a una serie de personas insultando y gritando a un coche oficial, pero las imágenes no corresponden a Segovia, sino a Toledo, y quien está dentro del vehículo es Yolanda Díaz a la salida de un acto antitaurino, no Irene Montero. Las redes convulsionaron ante la posibilidad de que Montero fuera la que se fue a comer cochinillo junto a su pareja y no dejaron de insultarla. Hasta tal punto llegó el bulo que incluso algún medio conservador se hizo eco de la noticia dando por hecho que las imágenes eran nada menos que reales y que se trataba de Montero.
“El 24 de julio un grupo de pro-taurinos intentó agredir a Yolanda Díaz en Toledo. Se difundieron varios vídeos de lo ocurrido. Adivinad para qué ha utilizado hoy uno de esos vídeos un digital de derechas. No es una excepción: mentir es su modus operandi”, comentó Irene Montero en las redes sociales. E Iglesias, su pareja, no se quedó atrás. “Todos los días vemos manipulaciones mediáticas. Pero esto es nivel Dios. Look -No te atreves a usar el vídeo de los taurinos atacando a Yolanda Díaz en Toledo, para decir que Irene Montero huye de Segovia tras comer un cochinillo. -Sujétame el cubata”, ha comentado compartiendo el mensaje de Montero.
Cada paso que da Irene Montero está muy vigilado. Quizás por eso su presencia se ha convertido en un lastre para Unidas Podemos y en la ministra peor valorada de todo el Gobierno. Una política que no parece gustar y que no parece levantar cabeza en popularidad. Pues hasta ir a comer cochinillo es un acto de riesgo para ellos, pues si les pillaran en un restaurante segoviano, ya hemos visto las reacciones hasta qué punto llegarían.