El Grupo Parlamentario de Vox en la Asamblea de Madrid ha pedido este jueves a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que en Madrid no haga como el líder del PP, Pablo Casado, que se une al «consenso ‘progre'» y que «no muerda la mano» del grupo político que les permite gobernar en la región.
Así lo ha lanzado el segundo portavoz adjunto de Vox, Íñigo Henríquez de Luna, durante la comparecencia de la presidenta madrileña en el Pleno de la Cámara regional. Le ha afeado que el Gobierno regional «no es de coalición» sino de «colocación» con el reparto de consejerías. Así, piensa que podría haber aprovechado la salida de Reyero para «reducir el número» de cargos públicos».
«Háganos caso, que le irá mucho mejor. No muerdan la mano al grupo político que les ha permitido estar ahí, a la señora presidenta y al señor vicepresidente, no hagan hoy como el señor Casado en el Congreso que ha decidido alinearse con el consenso ‘progre’, no lo hagan que se van a equivocar», ha lanzado.
Asimismo, ha recordado que desde su grupo propusieron que se redujeran puestos «superfluos», 115 en concreto, lo que supondría un ahorro de 106 millones de euros en toda la legislatura para poder destinar a Educación, Sanidad, Dependencia o Políticas Sociales.
Por ello, el parlamentario de Vox ha pedido a Ayuso que «tome las riendas del Gobierno» y les «haga más caso», porque en «casi todo» lo que dicen consideran que «tienen razón. «Más rastreadores y menos confinamientos», ha zanjado.
Los votos de Vox en la Comunidad de Madrid permitieron, tras una larga negociación en el verano de 2019, que se conformase el Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos. A pesar de la relación difícil entre Vox y Ciudadanos, la presidenta madrileña siempre ha agradecido públicamente su apoyo.
Para sacar adelante los Presupuestos regionales es necesario el voto de las tres formaciones para lo que el partido que lidera Rocío Monasterio ha impuesto ya sus tres condiciones: bajar impuestos, eliminar subvenciones así como gasto superfluo de la Administración.
A esto último se ha referido la presidenta madrileña, quien se ha vuelto a comprometer a llevar a cabo un «análisis completo» para eliminar «todo lo que fuera superfluo», aunque ha precisado que no tiene por qué ser consejeros de su Gobierno.