La crisis sanitaria del covid-19, ha afectado de lleno a la economía mundial. Son muchas las empresas que han visto reducida su actividad, mientras que otras y, por desgracia, han trabajado más que nunca. Estamos hablando de las funerarias, un servicio que nunca antes había tenido tanta importancia como hasta ahora, no solo por el servicio que han dado, si no por como ha soportado una situación en la que apunto han estado de desbordarse. Madrid ha sido el epicentro de una pandemia que ha golpeado España desde dentro, con miles de fallecidos, sin prácticamente tiempo para incinerar. Funerarias como https://funeraria.madrid/ han experimentado probablemente mucho más trabajo que en toda su existencia y, a pesar de toda esta acumulación de trabajo, han dado un servicio digno de mencionar.
La importancia de la funeraria en la crisis sanitaria
A pesar de que no se las ha dado tanta visibilidad, las funerarias han jugado un papel de lo más importante durante esta crisis del covid. Además de tener un volumen elevado de trabajo, las condiciones en las cuales han tenido que llevarlo a cabo han sido de lo más duras. Es un hecho que la exposición al virus de estos trabajadores ha sido constante, sobre todo si tenemos en cuenta que han estado trabajando con personas que, desgraciadamente, han sido víctimas de esta enfermedad.
El buen hacer de las funerarias ha sido importante, no solo para poder dar salida y descanso a tantos muertos, si no por hacerlo en unas condiciones de calidad que han permitido a los trabajadores superar todos los riesgos y seguir trabajando por los ciudadanos. Las funerarias siempre son un servicio que se encuentra en segundo plano, un servicio que siempre tratamos de descartar hasta que llega el momento necesario.
La seguridad en las funerarias
A día de hoy, conocemos muchas más cosas acerca del virus. La población se ha concienciado en aspectos como mantener mucho más la distancia de seguridad o lavarnos constantemente las manos. Cabe recordar que, a inicios de la pandemia, contar con una mascarilla era un lujo y no era algo tan habitual como ahora. Los trabajadores de las funerarias han tenido que soportar las condiciones más duras en los peores momentos, ante un enemigo descocido que todavía estaba empezando.
El prolegómeno de todo lo que iba a suceder, el fin de todo lo que estaba pasando. Sin lugar a dudas, las funerarias han escrito una página en la historia de España, marcando un hito en cuanto a cifras récord se refiere, sin que el desastre se fuera mucho más de las manos. Un ejemplo estupendo de la clase de profesionales que se encuentran al mando y de buen servicio que han ofrecido a los españoles en un momento tan necesario.
En definitiva, las funerarias se han unido a ese pequeño grupo reducido de héroes que, junto a transportistas, cajeras y sanitarios, han podido sostener un país que amenazaba con desmoronarse con tanto contagio y que, todavía a día de hoy, seguimos controlando.