jueves, 12 diciembre 2024

Las inhabilitadas por el TSJC por desoír al TC defienden su actuación en el Parlament

Las inhabilitadas este lunes por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por desobediencia, Anna Simó y Ramona Barrufet, han defendido su actuación en la Mesa del Parlament al no acatar las advertencias del Tribunal Constitucional (TC) y tramitar resoluciones relacionadas con el proceso independentista en 2017.

Lo han hecho en una entrevista en el canal 324 junto a la exdiputada de la CUP Mireia Boya –a la que el tribunal ha absuelto–, después de ser condenadas este lunes junto a los también miembros de la Mesa Lluís Corominas y Lluís Guinó (JxSí) a 20 meses de inhabilitación y una multa de 30.000 euros.

Preguntadas por cómo les afecta la inhabilitación, Simó ha explicado que dejó la política hace tres años por decisión propia, mientras que Barrufet, que es edil en Arbeca (Lleida), ha dicho: «Continuaré siendo concejal hasta que los tribunales me lo impidan».

También han avanzado que recurrirán la sentencia en casación ante el TS y, en su caso, en amparo al TC, como trámite previo para acceder a la Justicia europea.

RAMONA BARRUFET

Barrufet ha afirmado que la sentencia «no por esperada es menos grave», puesto que considera que afecta a la democracia y al derecho de los catalanes a escoger a sus representantes, además de a ellas personalmente.

Ha lamentado que el tribunal haya apreciado seis hechos constitutivos de desobediencia: «El juicio no sirvió para nada. No nos escucharon en nada. Argumentamos y dimos una idea de lo que era el parlamentarismo».

Y ha asegurado que existen muchas formas de hacer política, no solo la institucional, con lo que tras la inhabilitación seguirá reivindicando sus ideas «a través de otras formas de representación».

ANNA SIMÓ

Para Simó, la resolución «ha acabado de matar al parlamentarismo, porque saca a la Mesa de su papel de promotora del debate y de protectora del debate parlamentario».

«Se ha consolidado la obligación de la Mesa de entrar y censurar en el debate. Cualquier grupo parlamentario, si algo no le gusta, solo tiene que enfocar a la Mesa», ha afirmado.

También ha lamentado que la sentencia «demuestra de una manera más bestia que lo que le están haciendo a Carme Forcadell no tiene nombre», en referencia a la condena a once años y medio de cárcel por un delito de sedición que dictó el TS en el juicio por el 1-O.

MIREIA BOYA

Boya ha asegurado que la sentencia determina que ya no es posible tramitar cualquier iniciativa parlamentaria, como a su juicio debería ocurrir en un Parlamento: «¿Quién es el Tibunal Constitucional para advertirme a mí, o a cualquier diputado o diputada?»

«Yo lo volvería a hacer todo y lo haría mejor. Lo que haría mejor es no perder tanto tiempo en explicar este paso de la ley a la ley, que es imposible, y dedicar más tiempo a la gente que estaba en la calle», ha afirmado.

Para ella, existe una «macrocausa contra el independentismo y lo de hoy es una pequeña parte más», ante lo que ha defendido una amnistía y ejercer el derecho de autodeterminación, en sus palabras.