Los autónomos están más preocupados por las reformas del Gobierno que por la crisis económica. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha advertido que abordará una importante reforma fiscal que afectará a los autónomos con la que se pretende nada menos que coticen en función de sus ingresos. De cara a la galería, puede parecer positiva la reforma en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), pero lo cierto es que muchos, incluso los que cobran poco, están preocupados porque este nuevo sistema les obligue a pagar los mismos o más impuestos por su trabajo. Saben que Sánchez quiere cuadrar las cuentas y saben que el sablazo golpeará a la clase media como nunca antes. Y ese temor hace que los más de tres millones de trabajadores por cuenta propia españoles estén en tensión.
“Bajar la cotización a 1 millón de autónomos con ingresos inferiores al SMI es algo que el Gobierno ya va tarde. Lo tenía que haber hecho hace meses. Subir la cotización a 700.000 autónomos con su reforma de cotizaciones es un sablazo ante la asfixia que vivimos y los años duros que nos quedan”, ha declarado Lorenzo Amor, presidente de la asociación de trabajadores autónomos (ATA). Esta reforma inquieta a muchos, especialmente a los que tienen una mejor posición económica, pues saben que el vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, quiere meter la mano en su bolsillo para cuadrar las cuentas y por “justicia fiscal”.
Pero el pacto, de cara a la galería, mantiene un enfoque que a priori es beneficioso para la mayoría. “Se establecerá un sistema de cotización por ingresos reales, sobre la base de la información fiscal, que les comportará mayor protección social en caso de desempleo, enfermedad o jubilación y que evitará que los autónomos que menos ingresan paguen una cuota excesiva y que además redundará en una mayor recaudación para el sistema y contribuirá a reforzar la solidaridad entre autónomos”, refleja el pacto al que han llegado PSOE y Unidas Podemos.
Implementar esta reforma fiscal a los autónomos supondría que más de 700.000 trabajadores por cuenta propia, es decir, aquellos que ganan y declaran más de 25.000 euros al año, tendrán que pagar un 50% más de cuota, según ha relatado ATA. Exclusivamente los autónomos que declaren ingresos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se beneficiarán del nuevo sistema que pretende aplicar el Gobierno, según la asociación de autónomos. Vamos, que aumentará la cotización a las clases medias y facilitará a las bajas. Pero a pocos les saldrá rentable ganar más dinero.
Las principales asociaciones de autónomos se han puesto de acuerdo y han dejado claro que el sistema que pretende aplicar el Gobierno no es justo porque excluye de los beneficios fiscales a la mayoría de los trabajadores. A esto hay que añadir que Sánchez e Iglesias pretenden explotar los ingresos de la mayoría de los trabajadores por cuenta propia para cuadrar las cuentas en medio de una crisis sanitaria que no ha acabado y una económica que está por llegar, de momento soportada por los ERTE.
No hay que olvidar la otra realidad que queda de manifiesto. De los más de tres millones de autónomos que hay en España, solo 700.000 declaran ingresos superiores a los 25.000 euros al año, es decir, que la mayoría tiene sueldos precarios que no les permiten llegar holgados a final de mes. Si a esto le añadimos la crisis, tenemos el cocktail perfecto para que este colectivo, históricamente golpeado por sus duras condiciones fiscales, siga a la cola en derechos.
Entre tanto, Sánchez e Iglesias se ven obligados a cuadrar las cuentas y lo harán tanto a golpe de impuestos directos como indirectos, desde subir el IVA a las bebidas azucaradas a tocar el IRPF de las rentas más altas. Y los autónomos no podían ser menos. Especialmente lo que tienen sueldos que el Gobierno considera “elevados”, justo cuatro veces menos que los salarios de quienes pretenden subirles las cotizaciones.