Expertos del Centro Nacional de Gripe de Valladolid no esperan que antes del segundo semestre de 2021 se pueda empezar a vacunar masivamente a la población frente a la COVID-19, aunque la vacuna pueda estar lista antes.
Así lo han señalado el responsable científico y de vigilancia virológica del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, Iván Sanz Muñoz, y el director emérito de este centro, Raúl Ortiz de Lejarazu.
Sanz ha explicado que no cree que la vacuna esté disponible «fácilmente» como dicen algunas personalidades a finales de año, quizá haya alguna, pero «ni de lejos» para aplicarla de forma masiva.
El responsable de vigilancia virológica del Centro Nacional de Gripe ha apuntado que evidentemente lo que se está buscando es inmunidad de grupo frente a la COVID-19 y hay dos formas de lograrlo, por un lado dejar que la gente se infecte, el llamado «efecto rebaño», que se lograría pero tendría un coste de vidas y un gasto sanitario «inasumible», y la vacunación masiva.
Precisamente a través de esta última fórmula, que es la que se persigue, es como se ha logrado erradicar enfermedades infecciosas como la viruela o la poleo, que según la Organización Mundial de la Salud está a punto de desaparecer.
«Puede ser la salvación, pero la vacuna no va a estar a finales de año, al menos para uso masivo, y por lo menos hasta el segundo semestre de 2021 no va a estar y habrá que seguir lidiando con el virus», ha reiterado Sanz Muñoz.
En la misma línea se ha expresado el virólogo Raúl Ortiz de Lejarazu, quien cree que «esto va a durar» y las vacunas llegarán. De hecho, confía en que a finales de noviembre o en diciembre empezarán a verse algunos resultados y otra vez comenzará «la rueda» de hacerse eco en los medios de comunicación de los resultados.
«Pero luego, hasta que llegue a la población, tardará tiempo», ha aclarado Ortiz de Lejarazu, quien ha agregado que si se pudiera empezar a poner vacunas a mitad del segundo trimestre del año 2021 sería «perfecto».
MILLONES DE VACUNAS
Sin embargo, ha advertido de que en el mundo hay 7.500 millones de habitantes, 500 en Europa y 47 en España y «tiene que haber vacunas para todos para que haga efecto», por lo que habrá que esperar para poder recuperar el contacto social. «El virus una vez que hay vacuna se va a su cueva», ha dicho irónicamente el virólogo para aclarar que aunque se empiece a vacunar el virus seguirá circulando y habrá que ver el efecto de la vacuna, su duración, si es esterilizante o cómo ayuda a superar la pandemia.
En este sentido, en comparación con la vacuna de la gripe que precisamente estos días se inocula a la población, ha señalado que ya le gustaría que fuera tan eficaz como ésta, que tiene una media de efectividad –en los últimos cinco o seis años– de un 60 por ciento, aunque haya años que baje de este porcentaje.
Ortiz de Lejarazu ha incidido en que la vacuna de la gripe de lo que libra, sobre todo, es de la enfermedad grave y la mortalidad por la enfermedad, pero no de tener una gripe de tres o cuatro días «con todo lo molesta que es», sino que evita que se tenga que ir al hospital.
Así, cuando haya una vacuna frente a la COVID-19, aunque no proteja al cien por cien, las personas se podrán infectar, pero lo que hay es que «contar si la diferencia es significativa o no» porque actualmente se juega con que las vacunas tengan una eficacia mínima de entre un 30 y 40 por ciento. «De ahí para arriba se consideraría coste eficaz», ha apuntado.
En cuanto a la predisposición de la gente a vacunarse, considera que depende de la percepción del riesgo, ya que la personas cuando van a ponerse una vacuna o tomar un medicamento valoran el beneficio y el riesgo, que es distinta, por ejemplo, entre jóvenes y mayores de 60 años que se sienten vulnerables o ya tienen alguna patología que les ha provocado algún problema.
Sin embargo, cree que el principal reparo es la confianza en la seguridad en las vacunas y se ha mostrado «convencido» de que tendrán una seguridad «cien por ciento» y las agencias de regulación en Europa mirarán los protocolos y las fichas de desarrollo de las mismas «con lupa». «No me cabe la menor duda y, en el momento de que haya la menor duda, será rechazada», ha aseverado.