miércoles, 11 diciembre 2024

La Audiencia Nacional juzga al imán Shashaa para quien se piden 9 años

La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita 9 años de prisión por un presunto delito de organización terrorista para el imán *Hesham Shashaa, en prisión provisional desde que fue detenido en 2017 en Teulada (Alicante) y acusado de crear una organización asentada en dicha provincial desde donde habría extendido un ideario radical islámico y que servía de refugio a otros radicales del Estado Islámico retornados de Siria o Irak.

Dentro del organigrama de la organización, Shashaa sería un miembro asentado lejos de zonas de conflicto para poder acceder a las diferentes comunidades musulmanas que habitan en Europa.

El escrito de acusación provisional solicita concretamente para el presunto yihadista 9 años de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público por 9 años, a los que se sumaría una pena de inhabilitación absoluta para honores, empleos y cargos públicos e inhabilitación especial para ejercer en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre por diez años.

Tras cumplir esta condena el Fiscal pide que se someta a Shashaa a 6 años de libertad vigilada para procdeder a su «reeducación y alejamiento de posiciones extremistas que evite una retiteración delictiva». Se reclama asimismo el comiso de los bienes que fueron intervenidos a raíz de su detención.

El escrito de acusación se remonta a las actividades del acusado antes de su llegada a España en 2011, en especial su paso por Rumanía, donde le fue concedido el estatuto de refugiado en 1996 y donde se casó tras obtener el divorcio de su mujer jordana. Fue expulsado de Rumanía por formar parte de un grupo que buscaba la captación de jóvenes para enviarlos a entrenamientos a Afganistán y por actividades de espionaje.

Tras su expulsión llegó a Alemania en 2000, donde según la fiscal fue procurándose u currículum que le ayudó a ir progresando en la jerarquía islámica. Para ello acudió a la mezquita de Darul Quran en Munich, donde comenzó a labrarse un nombre como imán, concedía entrevistas televisivas, obtuvo tres esposas y se le relacionaba con personas de gran poder económico de Emiratos Árabes y Arabia Saudita.

La presión policial que despertaron sus actividades le obligaron a viajar a España, donde comenzó a invertir dinero en mezquitas como las de Almoradí, Teulada o Calpe (Alicante) y Torrente en Valencia.

Entre las actividades ilícitas cometidas por Shashaa en nuestro país, la Fiscalía de la Audiencia Nacional cita su aparición en mezquita actuando como «un gran sheikh» (jeque) participando en conferencias laudatorias de los grupos terroristas y extendiendo un ideario islamista radical.

Entre los vídeos que publicitaba, la Fiscalía destaca uno subido a la red social Facebook en el que enaltece a personas del Estado Islámico, menosprecia a las víctimas del yihadismo e incita a la comisión de delitos dictados por el Estado Islámico, además de defender la Sharia como modelo para regir todos los aspectos de la vida.

Otros indicios apuntados en el extenso escrito de acusación contra el acusados son su relación con una menor de edad alemana llamada Amina, a quien conminó a unirse Estado Islámico y casarse en Siria.

Según la acusación, los contactos del acusado con yihadistas del estado islámico quedan acreditados en las conversaciones intervenidas, donde presenta a España como un país idóneo donde poder conseguir los objetivos de la organización.

Gran parte de la acusación contra el imán pivota en su actividad de compra y financiación de mezquitas, no solo en España sino también en el resto de Europa, disponiendo de grandes medios económicos para ello.

Recibió además según la investigación elevadas sumas de dinero, que le permitían mantener un elevado nivel de vida en nuestro país y que procederían de Alemania y de Emiratos Árabes. En este último caso parte del dinero provendría de un lado de la fundación Al Maktoum, que habría realizado aportaciones mensuales; mientras que desde Alemania destacarían dos cauces, la asociación islámica Darul Qurán y la Notaría Nietzsche.

En el registro de su domicilio se le intervinieron infinidad de evidencias relacionadas con su actividad, en su mayor parte documentos en formato audio, vídeo y texto acumulados en múltiples dispositivos de almacenamiento digital en idioma árabe y alemán en su mayoría.