Como el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no tiene la intención de prolongar sine die la negociación y mantiene firme la determinación de presentarse a la investidura en el mes de julio, tampoco duda en avanzar en los pasos previos del proceso hacia esa investidura. Por eso, Sánchez se reunirá el martes 2 de julio con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, para fijar una fecha para el debate de investidura, según han informado fuentes socialistas.
Tal y como señalan las mismas fuentes, «el candidato socialista se presentará al debate de investidura para que España tenga un gobierno progresista, europeísta y moderado. Nuestro país necesita avanzar y Pedro Sánchez quiere liderar ese proyecto con sentido de Estado».
Sánchez quiere programar el debate de investidura a partir de la segunda semana de julio
El encuentro con Batet se producirá a la vuelta del viaje de Sánchez a Japón para participar en la Cumbre del G-20, que tiene lugar este fin de semana en la ciudad de Osaka. De hecho, la agenda internacional del presidente para los próximos días le impedirá intensificar los contactos sobre su investidura.
Tenga o no tenga amarrados para entonces los votos necesarios para que prospere, Sánchez considera que el debate de investidura podrá programarse a partir de la segunda semana de julio, descartando ya la primera, como han confirmado este martes fuentes de su equipo en Moncloa.
UNA INVESTIDURA SIN APOYOS
Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, mantuvieron este martes un encuentro en Moncloa para desbloquear la investidura que terminó en fracaso, tras la decisión de este último de mantener su exigencia de entrar en un gobierno de coalición.
Iglesias le comunicó a Sánchez que en el caso de no lograr este objetivo no descarta votar en contra de su investidura, mientras que el presidente en funciones repitió su oferta de «gobierno de cooperación» y avisó al líder de Podemos de que está determinado a presentarse a un debate de investidura en el mes de julio tenga o no tenga amarrados antes los apoyos suficientes para sacarlo adelante.
El pulso que han mantenido en los últimos meses ambas formaciones parece no tener fin, con un empeoramiento claro de la situación conforme transcurren los días. De momento, el único progreso ha sido el ofrecimiento de establecer una comisión de seguimiento del acuerdo que alcanzasen los dos partidos en la próxima legislatura, algo hipotético por el momento ya que no están claras las bases para siquiera investir a Sánchez.