La derecha no la soporta y la culpa de que España esté entre los países con más paro de Europa. Pero en la izquierda, especialmente entre las bases de la formación morada, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, es una referente y la llamada a suceder al vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. El juego de tronos en el partido morado no debería empezar hasta que acabe la legislatura, sin embargo, el caso Dina ha acelerado el proceso y todos apuestan a que, en caso de que el Tribunal Supremo impute a Iglesias, las quinielas para ver quién liderará Unidas Podemos arrancarán con Díaz al frente. Y la ministra ni se aleja de estas especulaciones ni renuncia a ello. De hecho, su entorno lo asegura con fuerza: Yolanda Díaz ha cogido ticket y espera a que le toque su turno.
El caso Dina ha incomodado a Iglesias desde el minuto uno. No se esperaba que el magistrado Manuel García Castellón viera indicios de delito tras ahondar en la investigación del presunto robo de un teléfono móvil a Dina Bousselham, una exasesora de Iglesias, y tampoco que García Castellón directamente pidiera al Supremo que imputara al vicepresidente del Gobierno por haber ocultado el contenido de ese teléfono durante varios meses, además de otros presuntos delitos. Y ahora, esa seguridad falsa que inundaba la sede de Podemos que les garantizaba que el líder de la formación morada no sería imputado bajo ningún concepto se diluye ante una ministra de Trabajo con muchas aspiraciones.
La candidatura de Díaz está sobre la mesa desde principios de año. Ella misma esquiva el asunto para evitar problemas con su propio partido, pero su entorno es consciente de que la única opción para reavivar una formación que las encuestas le auguran un tortazo sin precedentes. El mayor escollo para Díaz es que Iglesias, en su afán de que todo quede en casa, apostaba por su pareja y ministra de Igualdad, Irene Montero, como su sucesora natural. Pero su desgastada imagen la ha alejado cada vez más de cualquier posibilidad de convertirse en la referente de la formación morada.
Con Irene Montero fuera de juego por su polémica trayectoria, ¿quién queda en Podemos que pueda ilusionar a un electorado cada vez más a disgusto con la formación? Solo Yolanda Díaz asegura cierta consolidación y cierto respeto, pues no hay nadie que haya despuntado gracias a la guadaña de Iglesias, que cortaba toda hierba que crecía más de la cuenta para que no le hiciera la más mínima sombra.
Lo curioso es que Yolanda Díaz se encuentra ahora entre la espada y la pared. Por un lado, la ministra tiene que jugar un papel discreto que no llame la atención para que Iglesias no decida apartarla, tal y como ha hecho con todos los políticos que ganaban cierto protagonismo. Además, el entorno de Iglesias asegura que el líder de Unidas Podemos no es para nada ajeno a las intenciones de Díaz de sucederle. Y en segundo lugar, Díaz tiene que seguir ganándose a los suyos para entrar a la carrera por liderar el partido con cierta ventaja, algo que puede ocurrir en cuestión de días, siempre que el Supremo decida imputar a Iglesias por el caso Dina.
A GOLPE DE TRABAJO
Yolanda Díaz sigue hablando a golpe de acuerdo. La ministra de Trabajo ha conseguido alcanzar varios acuerdos con patronal y sindicatos y mantiene la ilusión de la recuperación con unos ERTE que durarán al menos hasta el 31 de enero de 2021. De los ministros de Podemos es, sin duda, de los mejor valorados y su trayectoria breve le ha sido más que suficiente como para conseguir que su nombre ruede en el bombo de los que aspiran a ocupar el puesto de un erosionado Iglesias.
La tasa de desempleo en España es del 15%. Y esto es motivo por parte de la derecha para odiar y culpar a Yolanda Díaz de la situación del país, ya que se trata del porcentaje más elevado de toda la UE. Sin embargo, la percepción sobre su trabajo entre los suyos es bien distinta. Yolanda Díaz es de las ministras mejor valoradas y una de las políticas cuya labor más llega a los ciudadanos. Los ERTE son su gran baza, pero también las inspecciones para buscar irregularidades laborales o la ley del teletrabajo han ayudado a Díaz a convertirse en una política bien valorada entre los suyos. A ver si le vale el puesto de referente en Unidas Podemos.