La polémica ha saltado a todas las pantallas después de que el portavoz de Vox en Murcia, Juan José Liarte, se desahogara el pasado domingo con la ministra de Justicia, Dolores Delgado. Liarte se refirió en su cuenta personal de Facebook a la socialista como «puta» y como «tiparraca». Algo «inaceptable» según ha declarado la propia ministra en una entrevista en Onda Cero. La Fiscalía estudia emprender acciones legales contra el concejal murciano.
Pero no es la primera vez que los políticos cruzan la línea de la diplomacia. La política española es rica en matices (y también en insultos). En algunos casos, también se han vivido excesos de testosterona, como cuando el político del Partido Popular Rafael Hernando retó al socialista Alfredo Pérez Rubalcaba a que le repitiera un insulto a la cara. Una situación que recuerda a la respuesta del diputado de Vox Iván Espinosa de los Monteros al periodista Federico Jiménez Losantos. Por ello, repasamos algunos de los improperios más sonados que se han vivido entre los representantes públicos.
DELGADO Y EL CONCEJAL DE VOX
Es una «puta» y una «tiparraca». También una «filoetarra» y una «embustera». Así se ha referido el pasado domingo el portavoz de Vox en Murcia, Juan José Liarte, a la todavía ministra de Justicia, Dolores Delgado. Unos insultos que la política socialista no ha tardado en contestar. «Me siento afectada como mujer porque tienen un contenido claramente machista», ha declarado la ministra en una entrevista en Onda Cero. «Me he pasado media vida trabajando en la lucha antiterrorista. Nos hemos jugado el pellejo», ha continuado.
Sin embargo, la ministra también ha cruzado la «línea roja» más de una vez. Desde el «Marlaska es maricón«, que se escuchaba en los audios del excomisario Villarejo, desvelados por MONCLOA.COM, al «lapsus» de la «derecha trifálica» (aunque según las propias declaraciones de Delgado, quería decir «tricéfala»). Ahora, la Fiscalía estudia emprender acciones legales contra Liarte por sus declaraciones en Facebook.
RIVERA Y SU BÚSQUEDA EN GOOGLE
En un principio, incluso bromearon sobre presentarse juntos a las elecciones en un cara a cara moderado por el presentador de La Sexta Jordi Évole. Entonces, el eje político se diferenciaba entre la nueva política (representada por Podemos y Ciudadanos) y la vieja (por PP y PSOE). Sin embargo, el paso del tiempo les ha convertido en enemigos íntimos. Fue en 2016 cuando el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se refirió al líder de Podemos como «gilipollas» y «capullo».
Iglesias, en el atril del Congreso, daba un discurso en el que lanzó una pulla al líder de la formación naranja. Hablaba sobre la Cruz de Borgoña. E Iglesias bromeó con que el líder de Ciudadanos no conocería ese símbolo. «El señor Rivera a lo mejor lo busca en Google», comentó entre las risas del Congreso. A lo que Rivera contestó «vaya gilipollas». Adornado con un «capullo».
«ESO NO ME LO DICES A LA CARA»
Entonces no era muy conocido. Era uno de los muchos diputados del Partido Popular en el Congreso. Pero su vivo genio le llevó a un enfrentarse en julio de 2005 con el entonces portavoz del Partido Socialista en el Congreso de los Diputados, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Tras una tensa reunión de la Diputación Permanente del Congreso que abordaba el grave incendio de Guadalajara, el popular Rafael Hernando se sintió ofendido por un gesto que hizo Rubalcaba. El socialista les dijo que habían mentido y se llevó la mano a la cara. Tras esto, Hernando explotó. Se intentó abalanzar sobre Rubalcaba al grito de «eso no me lo dices a la cara» mientras sus compañeros de partido, Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, le sujetaban. Al parecer, el popular conocía a uno de los once fallecidos en el incendio.
EL ESCUPITAJO AL «HOOLIGAN»
El diputado de Esquerra Republicana (ERC) Gabriel Rufián se cebó en noviembre de 2018 con el todavía ministro de Exteriores, Josep Borrell. Sus palabras y sus gestos fueron tan ofensivas a los ojos de la entonces presidenta del Congreso, Ana Pastor, que decidió expulsar a Rufián del hemiciclo.
“Señor Borrell llevo tiempo queriendo decirle esto, usted es el ministro más indigno de la historia de la democracia española. Usted es un hooligan, un militante de Sociedad Civil Catalana, una vergüenza para su grupo parlamentario porque es una organización de extrema derecha”, comentó el diputado de ERC.
“Una vez más ha vertido sobre el hemiciclo esa mezcla de serrín y estiércol que es lo único que usted es capaz de producir”, respondió Borrell a los comentarios del diputado de ERC. Entre los aplausos de la bancada socialista despertados por la respuesta del socialista, Rufián hizo un gesto ofensivo que le valió la expulsión. Y mientras bajaba las escaleras junto a varios parlamentarios nacionalistas que acompañaron a Rufián por solidaridad, alguien pareció escupir al ministro.
«Este es el lugar donde se argumenta con la palabra, no donde se escupe a los diputados«, aseguró Borrell tras la expulsión. Sin embargo, ERC ha negado hasta la saciedad que uno de sus diputados escupiera al ministro.
ANTOLOGÍA DE GUERRA
El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra protagonizó a lo largo de su vida política numerosas situaciones fuera de lo común. Sus comentarios, su humor y su carácter le han llevado a insultar a numerosos personajes. De la exministra Soledad Becerril dijo que era «Carlos II vestido de Mariquita Pérez» . De la exprimer ministra británica Margaret Thatcher comentó que en vez de desodorante, «se echaba 3 en 1».
Pero la cosa no acaba ahí. Del exlehendakari Xabier Arzallus aseguró que se había olvidado «los buenos modales que utilizaba cuando arrastraba los faldones por la sacristía». Del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que no había resultado un bambi de peluche, «más bien parece de acero». Y suma y sigue.
«NO ME GUIÑES EL OJO, IMBÉCIL»
La comisión de investigación sobre la presunta financiación irregular del Partido Popular también ha sido el escenario de muchos insultos. Uno de los más recordados fue el de la vicepresidenta de la comisión, la popular Beatriz Escudero, al diputado de Esquerra Republicana (ERC) Gabriel Rufián.
Comparecía el exsecretario general del PP, Francisco Álvarez-Cascos. Entonces, Rufián le preguntó al expopular si no le preocupaba que robaran a los españoles. Y empezó a subir la temperatura. Cascos respondió que lo que le preocupaba era el sistema del «apartheid» que se estaba implantando en Cataluña. A lo que Rufián espetó que solo le faltaba «la bandera del pollo». Fue ahí cuando entró en escena Escudero, al entender que el diputado de ERC le había faltado al respeto a los símbolos nacionales.
Las cosas parecieron calmarse, pero poco después, Rufián llamó «palmera» a Escudero. Y cuando la popular pidió el amparo del presidente, el nacionalista le guiñó un ojo. «¡No me guiñes el ojo, imbécil!», respondió Escudero. Pero el daño ya estaba hecho.
EL ORGULLO DE ESPINOSA DE LOS MONTEROS
No es nuevo que el periodista de Esradio Federico Jiménez Losantos insulte a algún político. Pero sí lo es que se enzarcen un periodista y un político de extrema derecha. Los comentarios de Losantos, crítico con la estrategia poselectoral de Vox, en referencia al diputado del Congreso Iván Espinosa de los Monteros tuvieron respuesta. El político respondió en Twitter al periodista y le retó a que se lo dijera a la cara en su programa.
“Al parecer Jiménez Losantos lleva días insultándome en @eslamananadeFJL. Bromas sobre mi hombría, que soy “basura”, y alguna otra lindeza al nivel de lo que nos dedica la extrema izquierda”, escribió Espinosa de los Monteros. Losantos aún no ha contestado al político de Vox.