El ‘retorno’ de Félix Álvarez a Cantabria tras su paso por el Congreso no se ha saldado como esperaban en Ciudadanos. La formación naranja se conformó el 26-M con ser la cuarta fuerza, pasando de dos a tres diputados y manteniéndose como irrelevante a la hora de formar Gobierno.
El pacto entre el PRC de Miguel Ángel Revilla y el PSOE les va a dejar fuera de juego. Al menos ‘Felisuco’ ha visto como el crecimiento en escaños se premia, pasan del Grupo Mixto a tener Grupo Parlamentario propio.
Ciudadanos también ha cogido cierto peso municipal: gobernará Astillero y apoyará al PP en Santander, Castro Urdiales, San Vicente de la Barquera, Marina de Cudeyo y Cieza. Álvarez sostiene que «el cambio llega a Cantabria de la mano de Cs. El cambio no es que se alternen en el poder PP, PSOE o PRC, sino que entremos en las diferentes corporaciones municipales».
El gran hito del 26-M fue el triunfo «histórico» en Astillero, donde ganó Javier Fernández Soberón, exalcalde del PP y desplazado en las filas populares por María José Sáenz de Buruaga a causa de su cercanía al expresidente Ignacio Diego.
FUERA DEL PACTO AUTONÓMICO
Félix Álvarez afirmó hace unos días que «la economía de Cantabria debe afrontar en estos momentos los mismos retos que la coalición PRC-PSOE no ha sabido abordar hasta la fecha. Los regionalistas se harán cargo de seis consejerías y los socialistas de cinco.
Miguel Ángel Revilla se ha mostrado confiado en hacer valer su acuerdo: «Venimos de gobernar ocho años juntos. Esta última legislatura ha sido positiva porque hay 25.000 parados menos. Se ha mejorado la educación, la sanidad, Valdecilla, el puerto y el aeropuerto… Que lo digamos nosotros es lo lógico cuando se trata de vender una gestión, pero los ciudadanos nos han dado a los dos partidos 177.000 papeletas, algo más del 55% de los votos».
El emblemático presidente señaló que «los ciudadanos quieren estabilidad, es fundamental. Es una España complicada al máximo, con retos muy graves y donde el ejemplo de Cantabria puede ser un atractivo en sí. Hoy se pueden prometer muchas cosas, a la gente que invierta y nos visite, pero lo fundamental es que sepan que es un gobierno estable y unido.
Revilla se mostró feliz por alcanzar una «holgura presupuestaria que no teníamos en otras legislaturas. Hoy tiene 21 diputados, lo que permite tener un apoyo que antes no teníamos. Lo hemos solventado con cintura política y negociaciones. Ahora tenemos mayor respaldo para las iniciativas parlamentarias que no pudimos sacar adelante en la mayor legislatura».
El acuerdo, según el presidente, «tiene que ser solidario entre los propios componentes; las luchas y las discrepancias que hayamos podido tener en el programa y en el reparto de competencias se tienen que acabar en este momento. El Gobierno tiene que ser un bloque monolítico para hacer una gestión eficaz.
Pablo Zuloaga, líder del PSOE y próximo vicepresidente, aseguró que ha cerrado «un buen pacto para afrontar los retos pendientes los próximos cuatro años. Para el PSOE, es importante poder sacar adelante compromisos que han sido tomados en primera persona».
El barón socialista aseguró que «la gestión de la economía nos va a permitir seguir creciendo, para defender los servicios públicos en todos los rincones, luchar contra la despoblación y hacer de nuestro hospital un emblema y que sea imagen de Cantabria. Los socialistas llevamos en el ADN la lucha por la igualdad y por que Cantabria sea una tierra más inclusiva. Son los retos que tenemos pendientes».
Su intención, explicó, es «conseguir desarrollar modelos de desarrollo progresistas, también con algunas turbulencias, seguir desarrollando políticas que nos hagan iguales en derechos y libertades y conseguir el apoyo de Sánchez».
MALOS DÍAS PARA REVILLA
El próximo 29 de junio será investido Miguel Ángel Revilla, que no pasa por sus mejores momentos a nivel personal tras la muerte de Rafael de la Sierra, exconsejero, expresidente del Parlamento y cofundador del PRC.
Revilla en una emotiva carta se despidió hace unos días de su amigo: «A Rafa y a mí nos unían dos cosas: el amor a Cantabria y nuestro compromiso mutuo con la honradez y el cumplimiento de la legalidad. Sin embargo, éramos completamente diferentes. Él era un hombre más contenido, bastante reacio a la espontaneidad y los aplausos, muy concienzudo en el análisis de cualquier tema».
El presidente aseguró que juntos formaron «un tándem que ha llevado al PRC a su éxito actual, un éxito que él no ha llegado a ver, porque su último mes ha sido muy complicado. Sin embargo, ha sido diputado, porque yo he querido tenerle presente en las listas, a pesar de saber que nunca llegaría a tomar posesión. Ha sido un homenaje a su trayectoria».
Y añadió: «Se me va a hacer muy duro no tenerle al lado. Muy duro. La autonomía de Cantabria y el éxito del partido no habrían sido posibles sin él. Él fue mi complemento perfecto para convertir un pequeño partido en el partido hegemónico de Cantabria. Sin él, el éxito que hoy vivimos los regionalistas y Cantabria no habría sido posible».