La recetas tradicionales suelen suscitar cierto debate. ¿De dónde viene? ¿Quién fue la primera persona que la cocinó? ¿Cuál es la preparación original? Además, aunque tengamos claro como se hace un plato tradicional, la realidad es que cada país y región tiene su propia versión, incluso cada casa le da su toque particular, y hasta los chefs profesionales tienden a darle un giro y a las recetas de otros tiempos. Al fin y al cabo la cocina es creatividad y experimentación. Pero a veces las recetas de un lugar se transforman tanto que hasta pierde el sentido que conserven el mismo nombre porque han pasado a ser algo diferente. Pasa mucho con las recetas que tomamos de la gastronomía internacional.
1ASUMÁMOSLO: LA CARBONARA NO LLEVA NATA
Es el caso de la salsa carbonara. Lo normal aquí es prepararla con nata, y hay quien le añade cebolla, champiñones y guisantes, y así es como nos la sirven con espaguetis o macarrones en los restaurantes. Esta versión de la carbonara se usa también para pizzas, ñoquis y otras preparaciones. Pero la realidad es que no tiene nada que ver con la carbonara auténtica. Por su puesto está muy rica y se puede incluir en un montón de platos, pero no está de más conocer cómo se lleva preparando desde hace siglos en las cocinas de la bella Italia. Es extremadamente fácil de hacer pero es importante seguir algunos trucos al pie de la letra. Te lo contamos todo.